En un mitin tras el debate, Báiden expresó su determinación de continuar en la carrera presidencial, desestimando los rumores sobre una posible retirada. Afirmó que no se postularía si no creyera firmemente en su capacidad para liderar al país, subrayando la importancia de su experiencia y compromiso en tiempos críticos.
El desempeño de Báiden en el debate generó preocupación entre algunos demócratas, quienes temen que su edad pueda afectar su capacidad para gobernar. Sin embargo, líderes del partido como Barack Obama y Bill Clinton han manifestado su respaldo a Báiden, destacando su trayectoria y la necesidad de mantener la unidad frente a Trump.
El portavoz de la campaña de Báiden, Michael Tyler, afirmó que no se están considerando alternativas para reemplazar al presidente en la candidatura. Subrayó que es preferible enfrentar una mala noche de debate que apoyar a un candidato con una visión equivocada para el país, refiriéndose a Trump.
A pesar de las críticas y las preocupaciones internas, Báiden se mantiene firme en su campaña, confiando en que su experiencia y compromiso con el bienestar de los estadounidenses prevalecerán en las elecciones. La atención sigue centrada en su capacidad para liderar, mientras el partido demócrata se prepara para una contienda electoral decisiva.
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