Jeremías Battistoni, de la consultora AZ Group, destacó que el avance de las labores de siembra reactiva la demanda de fertilizantes nitrogenados y fosfatados en el mercado local. Esta demanda creciente es señalada como un indicador positivo para el consumo de estos insumos agrícolas en los próximos meses, a pesar de la caída registrada en mayo.
En mayo, las importaciones de urea alcanzaron cuarenta y una mil toneladas, el volumen más bajo de los últimos tres años. A pesar de esta baja, los precios de la urea han mostrado un aumento, ubicándose en quinientos sesenta y cuatro dólares por tonelada, un seis por ciento más que el mes anterior, reflejando también la tendencia de los precios internacionales.
En cuanto a los fosfatados, en mayo se importaron setenta y dos mil toneladas de fosfato monoamónico (MAP) y treinta mil toneladas de fosfato diamónico (DAP). Estos volúmenes están por debajo de los promedios históricos, aunque los precios han mostrado incrementos, con el MAP subiendo treinta dólares por tonelada en el último mes.
Para el año pasado, la Cámara de la Industria Argentina de Fertilizantes y Agroquímicos (CIAFA) reportó un consumo agropecuario de cuatro coma cincuenta y ocho millones de toneladas de fertilizantes, reflejando una caída interanual del dos por ciento. La tendencia en consumos iniciada en dos mil dieciséis alcanzó su pico en dos mil veintiuno y ha mostrado una retracción en los últimos años debido a factores climáticos y económicos.
Etiquetas: fertilizantes, importaciones, urea, fosfatados, CIAFA.