Es crucial brindar refugios o reparos contra la nieve, lluvia y viento. Permitir que los animales salgan en las horas más cálidas del día y garantizar su actividad física también es importante. El mantenimiento de suelos con buen drenaje evita el barro y el estrés animal. La disponibilidad de agua debe ser constante, eliminando el hielo de los bebederos. Además, el traslado a zonas más cálidas puede ser necesario durante nevadas extremas.
Los productores deben seguir estas recomendaciones para prevenir pérdidas y garantizar el bienestar animal. Estas medidas incluyen la supervisión constante y la adecuada gestión de los recursos alimenticios y de abrigo para los animales.
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