La primera campaña se llevará a cabo en febrero y marzo, cubriendo todas las categorías y realizando la vacunación simultánea contra la brucelosis en las terneras. La segunda campaña, que solía realizarse en octubre y noviembre, ahora se adelantará a mayo y junio, enfocándose exclusivamente en vacunar a los terneros para aplicarles su segunda dosis de aftosa.
Esta reestructuración tiene como objetivo optimizar el uso de vacunas y reducir los costos operativos asociados con la vacunación y el movimiento de animales. Se estima que esta medida ahorrará aproximadamente 15 millones de dosis anuales, lo que representa una inversión de 30 millones de dólares en sanidad para el sector ganadero.
El anuncio fue realizado durante la 15ª Jornada de Evaluación de Planes Sanitarios Provinciales y Nacionales organizada por la Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (CARBAP). Sergio Roberts, vicepresidente del Senasa, destacó que esta iniciativa responde a sugerencias del sector ganadero y se basa en estudios técnicos y científicos realizados durante los últimos dos años.
Roberts también mencionó que, hasta la fecha, no ha habido laboratorios extranjeros que cumplan con todas las normativas del Senasa para importar vacunas, aunque el laboratorio CEVA está en proceso de presentar las dosis para su aprobación. Además, a partir del 28 de febrero de 2025, se modificará el contenido de las cepas en las vacunas, excluyendo la cepa C3 Indaial y utilizando únicamente las cepas O1 Campos, A24 Cruzeiro y A Argentina2001 en la modalidad trivalente.