A pesar de ser amigos fuera de la pista, la competencia en el Red Bull Ring de Spielberg los puso en una posición de rivalidad feroz. Los comisarios del evento determinaron que Verstappen, triple campeón del mundo, fue el principal culpable de la colisión y le impusieron una penalización de 10 segundos y dos puntos de penalización.
Verstappen, quien cayó del primer al quinto puesto tras la colisión, criticó la penalización calificándola de ridícula. El jefe del equipo Red Bull, Christian Horner, respaldó a su piloto afirmando que Norris no se comportó correctamente durante el incidente.
Por su parte, un desilusionado Norris, que tuvo que retirarse debido a un pinchazo y daños en su coche, acusó a Verstappen de ser imprudente y desesperado en su conducción. Declaró a Sky Sports que su relación con Verstappen podría cambiar dependiendo de su reacción y declaraciones respecto al incidente.
Andrea Stella, jefe de McLaren, sugirió que el comportamiento de Verstappen es un reflejo de la falta de aplicación rigurosa de las reglas del deporte en el pasado. Stella enfatizó que el reglamento debe aplicarse de manera efectiva para evitar que incidentes similares se repitan en el futuro.