Kirchner enfatizó la urgencia de que la dirigencia argentina se enfoque en abordar la profunda deuda del país. Señaló que el déficit fiscal no es el problema principal y descalificó las políticas del actual presidente y ciertos empresarios que las respaldan, describiéndolas como “truchas”.
En relación al campo, Kirchner fue categórica al declarar que no habrá reducciones en las retenciones, ya que, según su perspectiva, este sector será el único que generará dólares tras la implementación del RIGI. Esto, según ella, crea un escenario donde el gobierno enfrenta una escasez de dólares.
La exmandataria también abordó la reciente subida del dólar, a pesar de la aprobación de la Ley de Bases, sugiriendo que el mercado sigue preocupado por la falta de dólares disponibles. Criticó el enfoque del gobierno en lograr un déficit fiscal cero, calificándolo nuevamente de “trucho”.
Finalmente, Kirchner hizo un llamado a un debate más profundo y serio sobre las soluciones a la crisis económica argentina, destacando la necesidad de políticas más efectivas y realistas que vayan más allá de las medidas superficiales actuales.