Kirchner argumentó que la cultura bimonetaria implantada desde el 24 de marzo de 1976 ha contribuido significativamente a las dificultades económicas actuales. En sus declaraciones, subrayó que el enfoque en el déficit fiscal es una distracción de los verdaderos problemas, como la falta de reservas en dólares, esenciales para estabilizar la economía.
Además, mencionó la expectativa de levantar el cepo cambiario en junio, criticando la falta de acción en ese frente. En su opinión, la situación no ha mejorado y “no pasa naranja”, indicando la ineficacia de las políticas actuales para resolver los problemas económicos de fondo.
Cristina también reflexionó sobre la deuda en dólares, corrigiéndose a sí misma al incluirse en la responsabilidad: “Debemos muchos dólares”. Esta declaración subraya la gravedad de la situación y la necesidad de encontrar soluciones más efectivas.
Finalmente, Kirchner concluyó que las políticas de Milei no han logrado abordar adecuadamente los desafíos económicos de Argentina. Hizo un llamado a replantear las estrategias económicas, sugiriendo que se necesita una comprensión más profunda y acciones más contundentes para superar las dificultades actuales.