El informe señala que a nivel nacional, la cantidad de nacidos vivos cayó un 36%, pasando de 777.012 nacimientos en 2012 a 495.295 en 2022. Las provincias más afectadas incluyen Tierra del Fuego y Jujuy, con una reducción del 49% y 44% respectivamente. Santa Fe, aunque con una menor disminución, sigue la tendencia general con una notable baja en su tasa de natalidad, lo que plantea desafíos y oportunidades para el sistema educativo local.
La caída en la natalidad tiene implicaciones significativas para la organización del sistema educativo. Según el estudio, se espera que en los próximos años haya un 31% menos de estudiantes ingresando al sistema educativo en Santa Fe. Esta disminución en la matrícula escolar podría permitir una mejor distribución de los recursos educativos y una mayor personalización en la enseñanza, siempre y cuando se implementen políticas adecuadas para aprovechar esta coyuntura demográfica.
El estudio sugiere varias estrategias para capitalizar la reducción en la natalidad, como mantener el número de aulas y reducir la cantidad de alumnos por clase, lo que favorecería una atención más personalizada y una mejora en los resultados educativos. Otra propuesta es aumentar la cantidad de docentes en roles de tutoría, y capacitar de manera rotativa a los docentes mientras no están al frente de una clase, optimizando así el uso de los recursos humanos disponibles.
Los autores del informe destacan que esta situación única presenta una oportunidad para realizar mejoras sustanciales en el sistema educativo, reduciendo desigualdades y elevando los niveles de aprendizaje. Sin embargo, subrayan que estas mejoras solo serán posibles si se adoptan las políticas adecuadas que permitan un uso efectivo de los recursos liberados por la disminución en la matrícula escolar. La implementación de estas políticas será crucial para transformar el desafío demográfico en una oportunidad para el progreso educativo en Santa Fe y en todo el país.