Este crecimiento en la afiliación se da a pesar de los numerosos escándalos y las protestas contra el partido, que ha sido objeto de una considerable oposición pública y mediática. Las manifestaciones recientes en Essen, donde se celebró una convención del partido, resultaron en enfrentamientos con la policía y varios agentes heridos. Sin embargo, estos eventos no han frenado el avance del partido.
La AfD ha capitalizado en gran medida el descontento popular frente a las luchas internas en la coalición del canciller Olaf Scholz y las preocupaciones sobre la economía y la guerra en Ucrania. La frustración generalizada ha permitido que el partido ultraderechista aumente su influencia, especialmente en las regiones orientales de Alemania, donde busca victorias en tres votaciones estatales este año.
A pesar de los desafíos, los líderes de la AfD se muestran optimistas sobre el futuro del partido. En su reciente convención, Chrupalla destacó la “sensacional” cifra de nuevos afiliados, a pesar del “acoso” que dicen sufrir sus miembros. Este aumento en la afiliación es visto como una señal de consolidación y fortalecimiento del partido en el panorama político alemán.
En conclusión, el avance de la AfD y el aumento de su membresía reflejan un cambio significativo en el electorado alemán, impulsado por la insatisfacción con el gobierno actual y las preocupaciones socioeconómicas. La capacidad del partido para movilizar a nuevos miembros y mantener su base a pesar de las controversias y oposiciones será crucial en su desempeño en las próximas elecciones estatales.