Con este aumento, en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, el litro de nafta súper pasará de $905 a aproximadamente $941, y el gasoil de $941 a cerca de $980. Esta es una de varias postergaciones de ajustes impositivos decididas por el Gobierno este año para evitar subidas drásticas en los precios. La decisión reciente evitó un aumento del 115% en la carga impositiva, lo que hubiera resultado en un incremento del 18% en los surtidores.
Desde principios de año, los precios de los combustibles han acumulado un alza promedio del 63,65%. A pesar de los incrementos, las ventas de combustible al público han mostrado una baja en comparación con el año pasado, según datos de la consultora Politikon Chaco. En mayo de 2024, las ventas cayeron un 8% interanual, aunque mostraron una recuperación del 8,5% respecto a abril.
El secretario de Energía, Eduardo Rodríguez Chirillo, indicó que la actualización impositiva representa un aumento equivalente a $140 por litro en naftas, con un impacto económico significativo. Este contexto refleja las dificultades de gestionar los precios de los combustibles en un entorno de alta inflación y devaluación, y las medidas del Gobierno buscan equilibrar la necesidad de ingresos fiscales con la estabilidad económica.