Gobernadores como Axel Kicillof y Sergio Ziliotto critican duramente el RIGI y la ley Bases, señalando que estas medidas debilitan la autonomía provincial y perjudican a las economías locales. Afirman que el modelo económico propuesto por el presidente Javier Milei está provocando una caída del PIB, aumento del desempleo y mayor desigualdad. Los gobernadores consideran esencial una mayor coordinación entre provincias para defender sus recursos y poblaciones.
En respuesta a estas medidas, los gobernadores insisten en la necesidad de un Estado presente que defienda los intereses locales y promueva la justicia social. Destacan la importancia de un uso más inteligente de los recursos públicos y advierten que la concentración de recursos no solo es económica, sino también demográfica. Llaman a la unidad provincial para enfrentar estas políticas y proponen alternativas que beneficien a las economías locales sin sacrificar la soberanía y el empleo.
El debate en torno al RIGI refleja tensiones más amplias en la política y economía argentina, donde se contraponen modelos de desarrollo centrados en grandes inversiones extranjeras y aquellos que buscan fortalecer el mercado interno y las economías provinciales. En este contexto, las pymes y los gobernadores peronistas emergen como actores clave que luchan por una distribución más equitativa de los recursos y una mayor autonomía en la gestión de sus economías.
El futuro del RIGI y su impacto en la economía y el empleo sigue siendo incierto, pero lo que es claro es la necesidad de un diálogo más inclusivo y soluciones que consideren las diversas realidades y necesidades del país. Las críticas y propuestas de las pymes y gobernadores son un llamado a repensar las políticas económicas en busca de un desarrollo más justo y sostenible.