La bioeconomía se presenta como una alternativa viable para diversificar las actividades productivas en el campo. Según Huergo, es esencial que se fomente la investigación y el desarrollo en biotecnología para maximizar los rendimientos y reducir el impacto ambiental. Además, resaltó que la administración de Javier Milei podría jugar un papel crucial en la implementación de políticas que apoyen este modelo económico innovador.
Huergo también subrayó la necesidad de una colaboración estrecha entre el sector público y el privado. La inversión en infraestructura y la creación de marcos regulatorios favorables son fundamentales para el éxito de la bioeconomía. Asimismo, la capacitación y formación de los productores en nuevas tecnologías y prácticas sostenibles son elementos clave para asegurar una transición efectiva hacia este nuevo paradigma económico.
La entrevista también abordó los desafíos que enfrenta la bioeconomía en Argentina. La volatilidad económica y la incertidumbre política son factores que pueden dificultar la implementación de nuevas estrategias. No obstante, Huergo se mostró optimista y destacó que con el apoyo adecuado, el país tiene el potencial para convertirse en un líder en bioeconomía a nivel regional e incluso global.
En resumen, Héctor Huergo ve grandes oportunidades para la bioeconomía en la era Milei. Con un enfoque en la innovación, la colaboración y la sostenibilidad, Argentina podría aprovechar sus recursos naturales y su talento humano para desarrollar un sector agrícola más resiliente y competitivo. Las políticas adecuadas y el compromiso de todos los actores involucrados serán cruciales para alcanzar estos objetivos.