“motosierra” como símbolo de sus planes de recorte del gasto público,
asegurando que continuará hasta las últimas consecuencias. En una
entrevista, Milei criticó al Fondo Monetario Internacional (FMI) y lo
vinculó con el exministro de Hacienda, Sergio Massa, acusándolos de
actuar en complicidad para perjudicar a su gobierno y ocultar
irregularidades en el Banco Central.
Milei manifestó que el FMI avaló las políticas fallidas de Massa
mientras que su gobierno, que ha cumplido con las metas acordadas,
enfrenta obstáculos injustificados. Este conflicto subraya las tensiones
entre el actual gobierno argentino y la institución financiera
internacional, destacando la postura crítica de Milei hacia las
políticas económicas impuestas desde el exterior.
En su discurso, Milei también arremetió contra la política argentina,
calificándola de corrupta y llena de “hijos de puta”. Enfatizó que, a
diferencia de su gobierno, los políticos tradicionales han llevado al
país a la decadencia, y destacó la necesidad de un cambio radical para
restaurar la transparencia y eficiencia en la administración pública.
El presidente también abordó su propuesta de dolarización, defendiendo
su viabilidad y criticando a sus detractores, entre ellos Axel Kicillof,
a quien acusó de malgastar fondos públicos durante su gestión. Milei
aseguró que su gobierno continuará con las reformas necesarias para
estabilizar la economía y mejorar la calidad de vida de los argentinos.
Finalmente, Milei habló sobre la controversia en torno a los diputados
libertarios que visitaron a represores en prisión, afirmando que, aunque
no comparte esa decisión, respeta la libertad individual dentro de su
espacio político. Subrayó que su movimiento se distingue por la
autonomía y el compromiso con los principios liberales, a pesar de las
críticas recibidas.
