Desarrollo: Un yaguareté, uno de los siete registrados en Formosa mediante cámaras trampa, fue asesinado por cazadores furtivos. Esta especie, con menos de 250 ejemplares en Argentina y apenas 20 en la región chaqueña, enfrenta una grave amenaza de extinción. Las cámaras forman parte de un esfuerzo conjunto de varias organizaciones, incluyendo el Proyecto Yaguareté (CeIBA-CONICET) y la Fundación Vida Silvestre Argentina, para monitorear y proteger a estos felinos.
La caza furtiva del yaguareté es motivada por diversas razones como el miedo y la protección del ganado, exacerbada por la pérdida de hábitat y presas naturales debido a la actividad humana. Esto ha puesto al yaguareté al borde de la extinción, especialmente en el Gran Chaco, donde su población es la más amenazada. La pérdida de estos depredadores clave podría desestabilizar el equilibrio ecológico del ecosistema.
La situación es crítica para la conservación del yaguareté en Argentina, donde el felino cumple un rol esencial en la regulación de otras especies. La muerte de este ejemplar en Formosa es un duro golpe para los esfuerzos de conservación y subraya la urgente necesidad de medidas efectivas para proteger a esta especie en peligro.