Las temperaturas globales vienen fluctuando con base en factores naturales: estaciones, patrones climáticos a gran escala y actividad solar, y en factores no naturales: la contaminación causada por la actividad humana, incluida la quema de combustibles fósiles, que impulsa principalmente un aumento constante de la temperatura del planeta.
El agosto del año pasado había sido por lejos el mes más caluroso jamás registrado, con alrededor de 1.5 °C por encima del promedio preindustrial, y el más cálido que todos los demás meses excepto julio de 2023.
En esta oportunidad, el séptimo mes del año se inaugura también con calor, casi de inmediato al aire frío que marcó un descenso de las temperaturas, que el domingo pasado llegaron a entre 2° y 15°. luego de este frío polar.
En el Hemisferio Norte, en tanto, se viene de un 23 de julio que se consagró como el día más caluroso de la historia, al superar la marca récord del año pasado, según datos preliminares de una agencia de seguimiento del clima que monitorea las temperaturas desde mediados del siglo XX.
“El calor extremo es la nueva anomalía. El mundo debe estar a la altura del desafío del aumento de las temperaturas”, comentó el secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Antonio Guterres.
La advertencia del funcionario es coincidente con el anuncio de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, la COP29 de Bakú, que tendrá lugar del 11 al 22 de noviembre de 2024.
El fenómeno climático de este año sucede cuando El Niño está desapareciendo y pasando a su fase fría de La Niña, lo que subraya la importante influencia de la crisis climática causada por el hombre.
Es el segundo año consecutivo en que las temperaturas globales promedio alcanzan récords climáticos impactantes y no será el último, ya que la contaminación por combustibles fósiles que calienta el planeta eleva las temperaturas a nuevos máximos.
El 21 de julio registró una temperatura de 17,09 grados Celsius y fue el día más caluroso en la Tierra desde al menos 1940, según los datos preliminares del Servicio de Cambio Climático Copernicus de la Unión Europea.
Las temperaturas medias globales suelen alcanzar su punto máximo durante el verano del Hemisferio Norte, entre finales de junio y principios de agosto.
El récord del domingo se produjo en momentos en que muchos países soportan olas de calor prolongadas y brutales.
Alrededor de un centenar de ciudades en todo Estados Unidos sufren el comienzo de verano más caluroso jamás registrado, y franjas del sur de Europa lidian con temperaturas superiores a 37°C.
A pesar de estar basados en datos de mediados del siglo XX, los registros de temperatura representan el período más cálido que el planeta ha visto en al menos 100.000 años, según descubrieron los científicos a partir de datos climáticos extraídos de núcleos de hielo y arrecifes de coral.
La temperatura media anual de la superficie del planeta este año será entre 1,43 y 1,69 ºC más alta que en 1850, fecha en la que comenzaron a realizarse las mediciones.
Los récords climáticos mundiales suelen batirse en pequeñas fracciones de grado, como fue el caso de este: la temperatura del domingo estuvo sólo 0,01 grados Celsius por encima del récord de 2023.
Lo sorprendente es que las temperaturas globales más cálidas fueron significativamente más frías en aproximadamente 0,3 grados antes de 2023.
“Ahora nos encontramos en un territorio verdaderamente inexplorado y, a medida que el clima sigue calentándose, es probable que veamos que se batirán nuevos récords en los próximos meses y años”, dijo Carlo Buontempo, director de Copernicus.
El Servicio de Cambio Climático Copernicus de la Unión Europea aseguró que todos los meses desde junio de 2023 han sido los más cálidos del planeta desde que comenzaron los registros en 1940, en la comparación con el mismo mes de años anteriores.
Según el análisis de Copernicus, el aumento repentino de las temperaturas globales está relacionado con un calor anormal en gran parte de la Antártida.
El rápido calentamiento de este vasto continente helado es una tendencia que alarma a los científicos dada la capacidad de la región para provocar un aumento catastrófico del nivel del mar.
La ONU le pidió a los gobiernos no solo reducir las emisiones de combustibles fósiles sino también reforzar las protecciones para los más vulnerables -que incluyen a los ancianos, las mujeres embarazadas y los niños- e intensificar las salvaguardas para los trabajadores.
Un informe de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) reveló que más del 70% de la fuerza laboral mundial corre ahora un alto riesgo de sufrir calor extremo.
En África, ese número asciende al 93%, mientras que en Estados árabes la cifra es del 84%.
El calor excesivo es la causa de casi 23 millones de lesiones en el lugar de trabajo en todo el mundo y unas 19.000 muertes al año.
“Necesitamos medidas para proteger a los trabajadores, basadas en los derechos humanos”, agregó Guterres.
Por último, pidió también a los gobiernos que protejan sus economías y sectores críticos como la atención sanitaria y el entorno construido.
El director de Copernicus, Carlo Buontempo, advirtió que, “a medida que el clima sigue calentándose, es probable que veamos que se batirán nuevos récords en los próximos meses y años”.
Según algunos investigadores, para 2050 habrá un aumento global del 700% en el número de pobres urbanos que viven en condiciones de calor extremo.
Esta es la primera ocasión en la que la ONU realiza un llamado mundial a la acción frente al calor extremo. “Necesitamos una señal política y esta es”, enunció Kathy Baughman Mcleod, directora ejecutiva de Climate Resilience for All, una organización sin fines de lucro enfocada en el calor extremo.
El agosto del año pasado había sido por lejos el mes más caluroso jamás registrado, con alrededor de 1.5 °C por encima del promedio preindustrial, y el más cálido que todos los demás meses excepto julio de 2023.
En esta oportunidad, el séptimo mes del año se inaugura también con calor, casi de inmediato al aire frío que marcó un descenso de las temperaturas, que el domingo pasado llegaron a entre 2° y 15°. luego de este frío polar.
En el Hemisferio Norte, en tanto, se viene de un 23 de julio que se consagró como el día más caluroso de la historia, al superar la marca récord del año pasado, según datos preliminares de una agencia de seguimiento del clima que monitorea las temperaturas desde mediados del siglo XX.
“El calor extremo es la nueva anomalía. El mundo debe estar a la altura del desafío del aumento de las temperaturas”, comentó el secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Antonio Guterres.
La advertencia del funcionario es coincidente con el anuncio de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, la COP29 de Bakú, que tendrá lugar del 11 al 22 de noviembre de 2024.
El fenómeno climático de este año sucede cuando El Niño está desapareciendo y pasando a su fase fría de La Niña, lo que subraya la importante influencia de la crisis climática causada por el hombre.
Es el segundo año consecutivo en que las temperaturas globales promedio alcanzan récords climáticos impactantes y no será el último, ya que la contaminación por combustibles fósiles que calienta el planeta eleva las temperaturas a nuevos máximos.
El 21 de julio registró una temperatura de 17,09 grados Celsius y fue el día más caluroso en la Tierra desde al menos 1940, según los datos preliminares del Servicio de Cambio Climático Copernicus de la Unión Europea.
Las temperaturas medias globales suelen alcanzar su punto máximo durante el verano del Hemisferio Norte, entre finales de junio y principios de agosto.
El récord del domingo se produjo en momentos en que muchos países soportan olas de calor prolongadas y brutales.
Alrededor de un centenar de ciudades en todo Estados Unidos sufren el comienzo de verano más caluroso jamás registrado, y franjas del sur de Europa lidian con temperaturas superiores a 37°C.
A pesar de estar basados en datos de mediados del siglo XX, los registros de temperatura representan el período más cálido que el planeta ha visto en al menos 100.000 años, según descubrieron los científicos a partir de datos climáticos extraídos de núcleos de hielo y arrecifes de coral.
La temperatura media anual de la superficie del planeta este año será entre 1,43 y 1,69 ºC más alta que en 1850, fecha en la que comenzaron a realizarse las mediciones.
Los récords climáticos mundiales suelen batirse en pequeñas fracciones de grado, como fue el caso de este: la temperatura del domingo estuvo sólo 0,01 grados Celsius por encima del récord de 2023.
Lo sorprendente es que las temperaturas globales más cálidas fueron significativamente más frías en aproximadamente 0,3 grados antes de 2023.
“Ahora nos encontramos en un territorio verdaderamente inexplorado y, a medida que el clima sigue calentándose, es probable que veamos que se batirán nuevos récords en los próximos meses y años”, dijo Carlo Buontempo, director de Copernicus.
El Servicio de Cambio Climático Copernicus de la Unión Europea aseguró que todos los meses desde junio de 2023 han sido los más cálidos del planeta desde que comenzaron los registros en 1940, en la comparación con el mismo mes de años anteriores.
Según el análisis de Copernicus, el aumento repentino de las temperaturas globales está relacionado con un calor anormal en gran parte de la Antártida.
El rápido calentamiento de este vasto continente helado es una tendencia que alarma a los científicos dada la capacidad de la región para provocar un aumento catastrófico del nivel del mar.
La ONU le pidió a los gobiernos no solo reducir las emisiones de combustibles fósiles sino también reforzar las protecciones para los más vulnerables -que incluyen a los ancianos, las mujeres embarazadas y los niños- e intensificar las salvaguardas para los trabajadores.
Un informe de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) reveló que más del 70% de la fuerza laboral mundial corre ahora un alto riesgo de sufrir calor extremo.
En África, ese número asciende al 93%, mientras que en Estados árabes la cifra es del 84%.
El calor excesivo es la causa de casi 23 millones de lesiones en el lugar de trabajo en todo el mundo y unas 19.000 muertes al año.
“Necesitamos medidas para proteger a los trabajadores, basadas en los derechos humanos”, agregó Guterres.
Por último, pidió también a los gobiernos que protejan sus economías y sectores críticos como la atención sanitaria y el entorno construido.
El director de Copernicus, Carlo Buontempo, advirtió que, “a medida que el clima sigue calentándose, es probable que veamos que se batirán nuevos récords en los próximos meses y años”.
Según algunos investigadores, para 2050 habrá un aumento global del 700% en el número de pobres urbanos que viven en condiciones de calor extremo.
Esta es la primera ocasión en la que la ONU realiza un llamado mundial a la acción frente al calor extremo. “Necesitamos una señal política y esta es”, enunció Kathy Baughman Mcleod, directora ejecutiva de Climate Resilience for All, una organización sin fines de lucro enfocada en el calor extremo.
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