Los hechos ocurrieron el jueves por la noche, en Santiago, cuando Valenzuela salió a cenar con sus amigos a un restaurante y pidió un taxi para volver a su casa, momento en el que comenzó un verdadero vía crucis.
“Justo se pone a llover con full viento y yo iba caminando por Vitacura a ver si pillaba un taxi. De repente para un auto y me dice: ¿necesitas un Uber? Y me muestra la maquinita para pagar con tarjeta. Pucha, ahí yo confié y me subí feliz adelante, pensé que me había caído del cielo”, relató a un medio local.
Y luego agregó: “A los dos minutos me preguntó por qué estaba llorando y me pasó una botella de agua”.
“Al rato me pasó el aparato para que le pagara el viaje, mucho antes de llegar a destino” pero no se pudo realizar el pago porque el dispositivo rechazó varias veces la clave de seguridad”, contó más tarde-
“Me dice que tratemos de nuevo y claro, ahí debe haber mirado mi clave y me dice: ‘A ver, préstame la tarjeta para ponerla yo’. La pone debajo de la máquina y nada, no funciona. Le digo que paremos en una estación de servicio, que saco plata para pagarle”, explicó el actor.
Pero luego cuando bajó para ir al cajero, el chofer del taxi arrancó y huyó. “Miro la tarjeta y claro, era de otra persona. Tenía otro nombre. El hombre me había cambiado la tarjeta”, denunció.
Valenzuela afirmó que no recuerda nada desde ese momento y no sabe cómo llegó a su casa. Horas después notó que le habían robado 400.000 pesos de su cuenta.
“No hagan como yo que tomé ese auto. Pienso que le podría haber pasado a la Kika (Silva, su pareja) o a mis sobrinas. Por favor sean precavidos”, exclamó a los chilenos.
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