Ante el derrumbe de los mercados mundiales, el Gobierno considera que podrá resistir el embate del mal momento internacional, porque tiene cuentas en orden y optó por no apurar la salida del cepo cambiario.
Ese es el eje del primer análisis efectuado por el equipo económico luego de que el riesgo país se disparó por encima de los 1.700 puntos por la caída en la cotización de los bonos, y las acciones se derrumbaron en Wall Street.
Cerca del ministro de Economía, Luis Caputo, reconocen que semejante debacle en los mercados puede retrasar inversiones para la Argentina, pero consideran que el país no se verá tan afectado gracias a haber mantenido políticas fiscales y monetarias ordenadas.
Aseguran que el impacto sobre la economía argentina hubiese sido mucho mayor si no se habría logrado superávit fiscal en el primer semestre.
Operadores creen que ante este nuevo escenario el Gobierno podría postergar algunas de las medidas de flexibilización del cepo que venía analizando.
No obstante, por ahora mantendría la idea de rebajar la tasa del impuesto PAIS a partir de septiembre próximo, como parte de las medidas destinadas a reducir la presión impositiva.
El Gobierno considera que por ahora la crisis financiera global está vinculada con factores puntuales y totalmente externo, como la decisión de Japón de subir las tasas de interés y las dudas que generan los magros datos sobre empleo de la economía de Estados Unidos.
Según un primer balance oficial, “hay factores que explican la corrección desde lo económico, pero la violencia de la caída global excede holgadamente el deterioro de los fundamentos”. “Es decir, es mucho más una corrección técnica, producto del alto nivel de apalancamiento que había en el Yen, Nikkei, Inteligencia Artificial y Criptomonedas”, señalaron las fuentes oficiales.
Tampoco se espera un cambio de tendencia en la intención de la Reserva Federal de evaluar una baja de tasas hacia cotubre.
Si bien la suba del riesgo país impacta sobre todo luego de que Caputo estimó que seguiría bajando, en el Gobierno explican que la administración no necesita salir a financiarse rápido gracias a las precauciones tomadas en el manejo de las finanzas públicas.
Se reconocer, además, que la caída en el precio de los commodities puede ser una mala señal para las reservas en caso de mantenerse en el largo plazo.
Por ahora, el objetivo es mantener los recortes en la emisión monetaria y vender divisas en el contado con liquidación, para atenuar la suba de los dólares financieros.
“Se mantiene el objetivo de llegar a una inflación cercana a cero, lo que creemos que podría lograrse hacia octubre o noviembre”, aseguran fuertes cercanas al Ministerio de Economía.
Ese es el eje del primer análisis efectuado por el equipo económico luego de que el riesgo país se disparó por encima de los 1.700 puntos por la caída en la cotización de los bonos, y las acciones se derrumbaron en Wall Street.
Cerca del ministro de Economía, Luis Caputo, reconocen que semejante debacle en los mercados puede retrasar inversiones para la Argentina, pero consideran que el país no se verá tan afectado gracias a haber mantenido políticas fiscales y monetarias ordenadas.
Aseguran que el impacto sobre la economía argentina hubiese sido mucho mayor si no se habría logrado superávit fiscal en el primer semestre.
Operadores creen que ante este nuevo escenario el Gobierno podría postergar algunas de las medidas de flexibilización del cepo que venía analizando.
No obstante, por ahora mantendría la idea de rebajar la tasa del impuesto PAIS a partir de septiembre próximo, como parte de las medidas destinadas a reducir la presión impositiva.
El Gobierno considera que por ahora la crisis financiera global está vinculada con factores puntuales y totalmente externo, como la decisión de Japón de subir las tasas de interés y las dudas que generan los magros datos sobre empleo de la economía de Estados Unidos.
Según un primer balance oficial, “hay factores que explican la corrección desde lo económico, pero la violencia de la caída global excede holgadamente el deterioro de los fundamentos”. “Es decir, es mucho más una corrección técnica, producto del alto nivel de apalancamiento que había en el Yen, Nikkei, Inteligencia Artificial y Criptomonedas”, señalaron las fuentes oficiales.
Tampoco se espera un cambio de tendencia en la intención de la Reserva Federal de evaluar una baja de tasas hacia cotubre.
Si bien la suba del riesgo país impacta sobre todo luego de que Caputo estimó que seguiría bajando, en el Gobierno explican que la administración no necesita salir a financiarse rápido gracias a las precauciones tomadas en el manejo de las finanzas públicas.
Se reconocer, además, que la caída en el precio de los commodities puede ser una mala señal para las reservas en caso de mantenerse en el largo plazo.
Por ahora, el objetivo es mantener los recortes en la emisión monetaria y vender divisas en el contado con liquidación, para atenuar la suba de los dólares financieros.
“Se mantiene el objetivo de llegar a una inflación cercana a cero, lo que creemos que podría lograrse hacia octubre o noviembre”, aseguran fuertes cercanas al Ministerio de Economía.
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