Carlos Belloso es un actor de larguísima trayectoria, especialmente fue parte de las producciones de Pol-ka que tan populares fueron en la década del ’90 y del 2000 y que lo llevaron a ganar el Premio Martín Fierro en 6 oportunidades.
Reconocido por haber interpretado a personajes que quedaron en la memoria de los argentinos, ¿quién no recuerda al “Vasquito” de Campeones, ese personaje entre adorable y perverso que tan bien supo interpretar? o aquel “Willy” de Tumberos o “Quique” de Son Amores que hasta el día de hoy el público le sigue mencionando.
Ya no podemos verlo en producciones televisivas porque no las hay, por eso está volcado de lleno al teatro con tres proyectos que lo tienen muy entusiasmado, según contó durante una charla con Noticias Argentinas.
Belloso dirige “Operarius” en Hasta Trilce, forma parte del elenco de “Una Terapia Integral” en el Paseo La Plaza y volverá con su unipersonal “El aparato” en el Chacarerean.
Sobre “Operarius”, el actor contó que “la obra desgrana lo que hay atrás de la muerte de un albañil, porque en definitiva es una alegoría. Yo creo que los albañiles son el trabajo, no solamente el más precarizado, sino el que más es colindante a la esclavitud”.
Pero no sólo ese sector se encuentra en una situación difícil, para el actor, la sociedad argentina en general está en un momento preocupante: “Económicamente estamos a la baja en todo y eso es preocupante. Sueldos congelados bajo la línea de flotación, se incrementó muchísimo más ese tema de que trabaja y come, que es algo que no pasaba hasta el momento del gobierno anterior, pero este gobierno profundizó y agrandó todo lo que tiene que ver con eso, con los sueldos, con la congelación de sueldos, con la distribución de la renta, todo en base a que el menos tiene tenga menos y el que más tiene tenga más”.
“Todas las medidas que tienen que ver con las privatizaciones y con el vender patrimonio es realmente escandalosa y al mismo tiempo también a mí me preocupa mucho la soberanía. Estamos con una línea geopolítica muy complicada, estamos adhiriendo a las guerras que hay por el mundo”, opinó el actor que ‘algo’ sabe de conflictos bélicos, ya que formó parte de la Guerra de Malvinas en 1982 con orden de custodiar el aeropuerto de Río Gallegos con artillería antiaérea, “pero en esos momentos uno brindó su vida hacia un conflicto que tenía que ver con la soberanía y la recuperación de las islas. Ahora el presidente que dice que admira a Margaret Thatcher, mientras ella fue la principal provocadora de 323 muertes del crucero General Belgrano fuera de zona de exclusión, generando un crimen de guerra. La verdad es insólito”, explicó.
A pesar de tener su opinión formada y de expresarla libremente y en voz alta, nunca se acercó a la política. “Lo que más me interesa a mí es volcar todo este conocimiento en obras de teatro como, por ejemplo, El Aparato, que es mi unipersonal. Es una distopía que me la imaginé con un dictador eterno que en este caso le puse la cara de Milei”.
Belloso no teme a la respuesta del Presidente si llegara a ver o enterarse de su obra, ni tampoco le dan miedo los haters en redes sociales: “No me mueve nada porque no lo leo. No tengo redes. Yo creo que me estoy salvando de esa psicosis porque yo no uso las redes. A ver, tengo todas las redes, pero no las uso ni me meto adentro. Publico básicamente mi trabajo en Instagram, pero tampoco leo los comentarios”, aseguró.
“Vender una patria no es gratis”, consideró el actor, quien también opinó sobre el gobierno anterior y el escándalo que se desató a raíz de la denuncia de la ex primera dama Fabiola Yañez que reveló haber sido golpeada por el expresidente Alberto Fernández: “Tengo la peor opinión. Una inoperancia para gobernar y un comportamiento realmente inapropiado golpeando a su pareja y también un comportamiento inmoral con todos los rumores que hay de las mujeres que llevaba a Olivos y a la Casa Rosada. Son golpes a las instituciones que uno cree que son necesarias como por ejemplo el Ministerio de la Mujer o las líneas que ayudan a que el acoso y el maltrato”.
Carlos Belloso es parte de la cultura argentina y no piensa irse a probar suerte a ningún otro lado. “En otros países están peor. Problemas hay en todos lados. También lo puedo trasladar a la inseguridad y digo, bueno, nosotros tenemos este grado de inseguridad, pero yo te juro que no quiero estar en Ucrania, en la frontera de Ucrania y Rusia, creo que ahí hay más inseguridad. Nosotros, con nuestros problemas, tenemos que elaborar la salida y yo siempre creo en la gente, en el pueblo argentino como un pueblo digno y entero. Somos un país culturalmente fuerte con respecto a que se hace valer expresando lo que realmente siente y yo me sentiría muy incómodo en otra cultura”, consideró.
Su popularidad se dio gracias a la televisión, un espacio en el que hoy los actores no tienen lugar, tal vez por un cambio de paradigma que los lleva a volcarse al teatro o a las plataformas.
“La televisión de aire tiene que ver con la gente que tiene menos recursos y pone la televisión pública o la televisión de aire y no hace falta acceder a ninguna plataforma y entonces puede llegar a tener alguna ficción de actores queridos argentinos que son muy buenos, yo soy muy admirador de mis compañeros actores y actrices que hacen buenos trabajos, lo que pasa es que bueno también las plataformas vienen con una producción concreta y nos dio el trabajo que falta en la televisión, que se volcó a las plataformas y podemos hacer productos muy buenos también ahí. Como todo, hay que pagarlo, entonces eso es lo que me preocupa a mí”, destacó.
“Después de la pandemia, la gente se volcó al teatro con una pulsión de ver espectáculos y no solamente en horario primetime, a veces vos ves teatro a las 2 de la tarde en lugares rarísimos y entonces se desplegó el sistema teatral porque la gente lo valoró y lo extrañó en la pandemia. Eso por un lado, y por otro lado, al achicarse la ficción en la televisión los actores se fueron más por el lado de hacer teatro”.
“No hay plata para nada y los gastos de luz, los gastos que tiene un teatro en sí son muy grandes, entonces se dan todas esas contradicciones al mismo tiempo, pero por suerte la gente apoya las obras y van, pero también tendría que haber políticas que ayuden y este gobierno está sacando todas, está desfinanciando todo lo que tiene que ver con el INCAA. Está desfinanciando el Instituto Nacional del Teatro y hay presupuestos que están congelados y que realmente no ayudan”.
“La mayoría de las producciones son auditadas, tienen mucha auditoría. Son todos movimientos muy controlados porque justamente para que esos subsidios lleguen a lo que realmente es necesario que es la ayuda a la obra de teatro y te puedo asegurar que es mínima la ayuda porque a veces ayudan a mejorar un poco un vestuario o a mejorar una escenografía, pero las ayudas que dan esos institutos no hacen que una obra de teatro se enriquezca para nada”, aseguró.
“Desfinanciar la cultura tiene un doble fin. Por un lado, el desfinanciamiento tiene que ver con tener un poco más de dinero y no darlo en este caso a los artistas o a los directores o a las producciones teatrales y por otro lado también este gobierno claramente tiene una política cultural totalmente inversa a lo que culturalmente se venía dando. Realmente está dando una batalla cultural en todos los planos y bueno, quizás está beneficiando a los que más piensan como ellos que a los que piensan distinto. Tendría que ser al revés, un gobierno tiene que incentivar lo que para él es crítica a su desempeño para mejorar como tendría que ser una oposición, que tampoco se estaría dando”, opinó.
Y finalizó recordando una frase de Juan Domingo Perón: “Yo creo que la gente en sentido común siempre va a prevalecer y a mí me parece como que aunque opinemos distinto tenemos que llegar a un acuerdo en algún momento y estos momentos de crisis sirven para eso, para saber que para un argentino no hay mejor que otro argentino, como diría el general”.
– Dirige “Operarius” en Hasta Trilce, sábados a las 21 horas
– Protagoniza el unipersonal “El aparato” en Chacarerean Teatre, funciones 4, 18 y 25 de septiembre a las 20:30 horas.
– Forma parte del elenco de “Una terapia integral” en el Teatro Metropolitan, de jueves a domingo.
Reconocido por haber interpretado a personajes que quedaron en la memoria de los argentinos, ¿quién no recuerda al “Vasquito” de Campeones, ese personaje entre adorable y perverso que tan bien supo interpretar? o aquel “Willy” de Tumberos o “Quique” de Son Amores que hasta el día de hoy el público le sigue mencionando.
Ya no podemos verlo en producciones televisivas porque no las hay, por eso está volcado de lleno al teatro con tres proyectos que lo tienen muy entusiasmado, según contó durante una charla con Noticias Argentinas.
Belloso dirige “Operarius” en Hasta Trilce, forma parte del elenco de “Una Terapia Integral” en el Paseo La Plaza y volverá con su unipersonal “El aparato” en el Chacarerean.
Sobre “Operarius”, el actor contó que “la obra desgrana lo que hay atrás de la muerte de un albañil, porque en definitiva es una alegoría. Yo creo que los albañiles son el trabajo, no solamente el más precarizado, sino el que más es colindante a la esclavitud”.
Pero no sólo ese sector se encuentra en una situación difícil, para el actor, la sociedad argentina en general está en un momento preocupante: “Económicamente estamos a la baja en todo y eso es preocupante. Sueldos congelados bajo la línea de flotación, se incrementó muchísimo más ese tema de que trabaja y come, que es algo que no pasaba hasta el momento del gobierno anterior, pero este gobierno profundizó y agrandó todo lo que tiene que ver con eso, con los sueldos, con la congelación de sueldos, con la distribución de la renta, todo en base a que el menos tiene tenga menos y el que más tiene tenga más”.
“Todas las medidas que tienen que ver con las privatizaciones y con el vender patrimonio es realmente escandalosa y al mismo tiempo también a mí me preocupa mucho la soberanía. Estamos con una línea geopolítica muy complicada, estamos adhiriendo a las guerras que hay por el mundo”, opinó el actor que ‘algo’ sabe de conflictos bélicos, ya que formó parte de la Guerra de Malvinas en 1982 con orden de custodiar el aeropuerto de Río Gallegos con artillería antiaérea, “pero en esos momentos uno brindó su vida hacia un conflicto que tenía que ver con la soberanía y la recuperación de las islas. Ahora el presidente que dice que admira a Margaret Thatcher, mientras ella fue la principal provocadora de 323 muertes del crucero General Belgrano fuera de zona de exclusión, generando un crimen de guerra. La verdad es insólito”, explicó.
A pesar de tener su opinión formada y de expresarla libremente y en voz alta, nunca se acercó a la política. “Lo que más me interesa a mí es volcar todo este conocimiento en obras de teatro como, por ejemplo, El Aparato, que es mi unipersonal. Es una distopía que me la imaginé con un dictador eterno que en este caso le puse la cara de Milei”.
Belloso no teme a la respuesta del Presidente si llegara a ver o enterarse de su obra, ni tampoco le dan miedo los haters en redes sociales: “No me mueve nada porque no lo leo. No tengo redes. Yo creo que me estoy salvando de esa psicosis porque yo no uso las redes. A ver, tengo todas las redes, pero no las uso ni me meto adentro. Publico básicamente mi trabajo en Instagram, pero tampoco leo los comentarios”, aseguró.
“Vender una patria no es gratis”, consideró el actor, quien también opinó sobre el gobierno anterior y el escándalo que se desató a raíz de la denuncia de la ex primera dama Fabiola Yañez que reveló haber sido golpeada por el expresidente Alberto Fernández: “Tengo la peor opinión. Una inoperancia para gobernar y un comportamiento realmente inapropiado golpeando a su pareja y también un comportamiento inmoral con todos los rumores que hay de las mujeres que llevaba a Olivos y a la Casa Rosada. Son golpes a las instituciones que uno cree que son necesarias como por ejemplo el Ministerio de la Mujer o las líneas que ayudan a que el acoso y el maltrato”.
Carlos Belloso es parte de la cultura argentina y no piensa irse a probar suerte a ningún otro lado. “En otros países están peor. Problemas hay en todos lados. También lo puedo trasladar a la inseguridad y digo, bueno, nosotros tenemos este grado de inseguridad, pero yo te juro que no quiero estar en Ucrania, en la frontera de Ucrania y Rusia, creo que ahí hay más inseguridad. Nosotros, con nuestros problemas, tenemos que elaborar la salida y yo siempre creo en la gente, en el pueblo argentino como un pueblo digno y entero. Somos un país culturalmente fuerte con respecto a que se hace valer expresando lo que realmente siente y yo me sentiría muy incómodo en otra cultura”, consideró.
Su popularidad se dio gracias a la televisión, un espacio en el que hoy los actores no tienen lugar, tal vez por un cambio de paradigma que los lleva a volcarse al teatro o a las plataformas.
“La televisión de aire tiene que ver con la gente que tiene menos recursos y pone la televisión pública o la televisión de aire y no hace falta acceder a ninguna plataforma y entonces puede llegar a tener alguna ficción de actores queridos argentinos que son muy buenos, yo soy muy admirador de mis compañeros actores y actrices que hacen buenos trabajos, lo que pasa es que bueno también las plataformas vienen con una producción concreta y nos dio el trabajo que falta en la televisión, que se volcó a las plataformas y podemos hacer productos muy buenos también ahí. Como todo, hay que pagarlo, entonces eso es lo que me preocupa a mí”, destacó.
“Después de la pandemia, la gente se volcó al teatro con una pulsión de ver espectáculos y no solamente en horario primetime, a veces vos ves teatro a las 2 de la tarde en lugares rarísimos y entonces se desplegó el sistema teatral porque la gente lo valoró y lo extrañó en la pandemia. Eso por un lado, y por otro lado, al achicarse la ficción en la televisión los actores se fueron más por el lado de hacer teatro”.
“No hay plata para nada y los gastos de luz, los gastos que tiene un teatro en sí son muy grandes, entonces se dan todas esas contradicciones al mismo tiempo, pero por suerte la gente apoya las obras y van, pero también tendría que haber políticas que ayuden y este gobierno está sacando todas, está desfinanciando todo lo que tiene que ver con el INCAA. Está desfinanciando el Instituto Nacional del Teatro y hay presupuestos que están congelados y que realmente no ayudan”.
“La mayoría de las producciones son auditadas, tienen mucha auditoría. Son todos movimientos muy controlados porque justamente para que esos subsidios lleguen a lo que realmente es necesario que es la ayuda a la obra de teatro y te puedo asegurar que es mínima la ayuda porque a veces ayudan a mejorar un poco un vestuario o a mejorar una escenografía, pero las ayudas que dan esos institutos no hacen que una obra de teatro se enriquezca para nada”, aseguró.
“Desfinanciar la cultura tiene un doble fin. Por un lado, el desfinanciamiento tiene que ver con tener un poco más de dinero y no darlo en este caso a los artistas o a los directores o a las producciones teatrales y por otro lado también este gobierno claramente tiene una política cultural totalmente inversa a lo que culturalmente se venía dando. Realmente está dando una batalla cultural en todos los planos y bueno, quizás está beneficiando a los que más piensan como ellos que a los que piensan distinto. Tendría que ser al revés, un gobierno tiene que incentivar lo que para él es crítica a su desempeño para mejorar como tendría que ser una oposición, que tampoco se estaría dando”, opinó.
Y finalizó recordando una frase de Juan Domingo Perón: “Yo creo que la gente en sentido común siempre va a prevalecer y a mí me parece como que aunque opinemos distinto tenemos que llegar a un acuerdo en algún momento y estos momentos de crisis sirven para eso, para saber que para un argentino no hay mejor que otro argentino, como diría el general”.
– Dirige “Operarius” en Hasta Trilce, sábados a las 21 horas
– Protagoniza el unipersonal “El aparato” en Chacarerean Teatre, funciones 4, 18 y 25 de septiembre a las 20:30 horas.
– Forma parte del elenco de “Una terapia integral” en el Teatro Metropolitan, de jueves a domingo.
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