El lateral Valentín Barco había llegado a España con la ilusión de debutar rápidamente en La Liga, pero esa oportunidad tendrá que esperar ya que Sevilla no pudo inscribir al jugador a tiempo, y este inconveniente se suma a una serie de problemas financieros que afectan al club en la actual temporada.
La gestión económica de la entidad fue puesta en tela de juicio, ya que no solo afectó a Barco, sino también a otros refuerzos que el equipo intentó integrar a su plantilla pero que esta fecha vio el partido desde la platea.
La llegada de Kelechi Iheanacho, otro de los refuerzos del equipo, se vio comprometida por las mismas razones. En el caso del delantero nigeriano, el problema se resolvió a tiempo para que pudiera jugar en la tercera jornada de La Liga, pero la situación de Valentín Barco es distinta.
El joven lateral izquierdo, quien había demostrado un gran potencial en Boca pero con pocos minutos en Brighton, deberá seguir esperando su oportunidad mientras el club busca soluciones para cumplir con las exigencias del “fair play financiero”. Esta situación es frustrante tanto para el jugador como para los hinchas, que esperaban verlo en acción pronto.
El “fair play financiero” es un tema complicado que generó dolores de cabeza para varios clubes en España, y el Sevilla no es la excepción. La venta de Marcos Acuña, que había sido vista como una medida para aliviar las restricciones financieras, solo permitió la inscripción de Iheanacho, dejando a Barco fuera de la lista.
El entrenador del equipo, Javier García Pimienta, no podrá contar con el argentino en las próximas fechas, lo que limita las opciones del Sevilla en defensa y obliga al club a buscar alternativas rápidamente.
Las ventas de Gonzalo Montiel y Joan Jordan podrían ser clave para que el club se acomode económicamente antes del 1 de septiembre, fecha límite para inscribir a Barco. Hasta entonces, el debut del joven argentino en La Liga permanecerá en suspenso, y Sevilla deberá sortear los obstáculos financieros que lo dejaron en esta situación complicada.
La gestión económica de la entidad fue puesta en tela de juicio, ya que no solo afectó a Barco, sino también a otros refuerzos que el equipo intentó integrar a su plantilla pero que esta fecha vio el partido desde la platea.
La llegada de Kelechi Iheanacho, otro de los refuerzos del equipo, se vio comprometida por las mismas razones. En el caso del delantero nigeriano, el problema se resolvió a tiempo para que pudiera jugar en la tercera jornada de La Liga, pero la situación de Valentín Barco es distinta.
El joven lateral izquierdo, quien había demostrado un gran potencial en Boca pero con pocos minutos en Brighton, deberá seguir esperando su oportunidad mientras el club busca soluciones para cumplir con las exigencias del “fair play financiero”. Esta situación es frustrante tanto para el jugador como para los hinchas, que esperaban verlo en acción pronto.
El “fair play financiero” es un tema complicado que generó dolores de cabeza para varios clubes en España, y el Sevilla no es la excepción. La venta de Marcos Acuña, que había sido vista como una medida para aliviar las restricciones financieras, solo permitió la inscripción de Iheanacho, dejando a Barco fuera de la lista.
El entrenador del equipo, Javier García Pimienta, no podrá contar con el argentino en las próximas fechas, lo que limita las opciones del Sevilla en defensa y obliga al club a buscar alternativas rápidamente.
Las ventas de Gonzalo Montiel y Joan Jordan podrían ser clave para que el club se acomode económicamente antes del 1 de septiembre, fecha límite para inscribir a Barco. Hasta entonces, el debut del joven argentino en La Liga permanecerá en suspenso, y Sevilla deberá sortear los obstáculos financieros que lo dejaron en esta situación complicada.
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