El senador kirchnerista Daniel Bensusán criticó la Boleta Única de Papel al considerar que se trata de una “reforma que requiere un acuerdo amplio” y se quejó que el oficialismo no explicó los cambios que introdujo al proyecto. En esa línea, adelantó que su postura y la del interbloque es contraria a la del oficialismo.
“Una reforma de esta magnitud requiere un acuerdo amplio y análisis exhaustivo. No repitamos como loros las cosas que se dicen por ahí. Ni hablar de la capacitación que se requiere. Vamos a cambiar de un día para el otro los destinos de la próxima elección. Desde nuestro interbloque, si es que se pone a votación esto, lo vamos a rechazar”, sostuvo Bensusán.
Asimismo, criticó el modelo de boleta porque van a estar “solo cinco nombres y solo dos con foto”. “¿Dónde está el fundamento de que la BUP le da información más clara a los votantes? ¿Qué va a hacer la provincia de Buenos Aires que cada elección elige 25 diputados nacionales, solo se van a ver dos candidatos?”, cuestionó.
Al cruce le salió la senadora Edith Terenzi, de Chubut, que tomó la palabra luego de Bensusán: “Hace 27 meses que no los escuchamos hablar del sistema electoral argentino. Hoy están decididos a hacerlo. Ha sido un proceso de diálogo, consensos y una nueva mayoría”. Además, hizo referencia a que el proyecto ingresó a la Cámara de Senadores en junio de 2022, durante anteúltimo año de mandato del kirchnerismo y bajo la Presidencia de Cristina Kirchner como titular de la Cámara alta.
“El mito del cuadrito para votar la lista completa tiene que ver con el efecto arrastre. El sistema mejora el voto, más pensado. Es más fácil decirle a un elector: ‘Poné la cruz en el cuadrito de la derecha’, una maniobra parecida cuando le dicen a un elector que ponga esa boleta en la urna. Esas maniobras son las que se van a terminar con este sistema”, manifestó en respuesta a su par peronista.
“El Poder Ejecutivo Nacional utilizó para las PASO 2023 8.000 millones de pesos en impresión de boletas. Hay que mencionar la cantidad de partidos fantasmas y sellos de goma que utilizan la impresión de boletas para poder sobrevivir hasta la próxima elección, negocios de dos a cuatro años”, agregó, y subrayó: “Se va a acabar esta frase que nos aterra a todos el día de las elecciones cuando llega un mensaje y dice: ‘Están faltando boletas'”.
El peronista disidente Edgardo Kueider (Entre Ríos) defendió el proyecto de Boleta Única de Papel (BUP) al sostener que la Argentina está ante un “acontecimiento histórico” y aseguró que fortalecerá el sistema democrático.
“En los papeles somos un país federal, en la práctica no. Este proyecto apunta a fortalecer ese sistema de elección. El pueblo no gobierno ni delibera si no es a través de sus representantes”, indicó Kueider.
Para el entrerriano, que es titular de la Comisión de Asuntos Constitucionales, la BUP hace un aporte “importante a consolidar y fortalecer el sistema democrática”.
“Le garantiza a todos los ciudadanos el derecho a elegir porque en el cuarto oscura estará presente toda la oferta electoral, no hay posibilidad con este sistema que alguna oferta no esté”, agregó.
Para finalizar, sostuvo: “Creo que hoy estamos ante un acontecimiento histórico. Argentina tiene que pasar de ser ese 20 por ciento con ese sistema que el mundo cambió. No debemos dejar pasar esta oportunidad”.
El Senado inició el debate del proyecto que busca implementar la Boleta Única de Papel (BUP). Fue luego de una extensa ronda de cuestiones de privilegio. Al comienzo, el radicalismo, en tándem con el kirchnerismo, le propinó un duro golpe al Gobierno al incluir el DNU de la SIDE.
Durante la sesión, el senador Francisco Paoltroni, quien fue expulsado del bloque de La Libertad Avanza a fines de agosto tras cuestionar la candidatura de Ariel Lijo y a Santiago Caputo, cruzó a su par kirchnerista Mayans durante la moción de preferencia. En esa línea, manifestó que él “tuvo el coraje de presentarse a elecciones contra el tirano Gildo Insfrán”, mientras que el kirchnerista “tiene tanta cobardía que nunca se animó a enfrentarlo”.
La respuesta de Mayans no se hizo esperar, haciendo uso de la palabra para cargar contra el libertario, a quien acusó de “traicionar” al presidente. “Nosotros [nos] confrontamos electoralmente y él salió muy lejos de nosotros. Sin tener fiscales, salió segundo con Milei, porque cuando fue solo sacó el 8%. Cuando va con el fenómeno Milei le gana a la UCR, pero gracias a Milei, a quien ahora traicionó acusándolo de tener algunas preferencias sexuales raras”, arremetió el kirchnerista.
El senador de Unión por la Patria, Oscar Parrilli, presentó una moción de preferencia contra la titular del cuerpo, Victoria Villarruel, quien hace semanas llevó adelante un acto homenaje a las víctimas del terrorismo.
Parrilli acusó a la Vicepresidenta de poner en duda “el pacto democrático” por expresar que abrirá “todas las causas que llevan más de 20 años cerradas” contra grupos de la guerrilla armada en la década del 70′. “Al decir eso, representa un desprecio por la división de poderes como si el cargo de vicepresidenta le permitiera abrir causas judiciales”, dijo el senador.
Sin embargo, la moción que pidió para que se repudie a Villarruel resultó negativo en la votación. Parrili sostuvo: “Los tres poderes han planteado que aquellos hechos deben ser juzgados por la justicia penal y en muchos casos han recibido condenas, pero algunos fueron beneficiados por indulto”.
Al igual que Mayans, el senador Eduaro Vischi (UCR) solicitó la incorporación del tratamiento del DNU 656/24 para el final de la sesión. En ese sentido, su par kirchnerista apoyó la moción y pidió votar la propuesta del legislador correntino: “Nosotros no rechazamos el tratamiento de retiro de pliego, nada más pedíamos que se incorpore el 656, que es lo mismo que decía Vischi”.
De esa manera, los senadores radicales y del kirchnerismo consiguieron incluir en la sesión el tratamiento de los fondos reservados para la SIDE, que ya fue rechazado en la Cámara de Diputados.
El Gobierno fracasó así en su intento de postergar ese tema, como se había dispuesto en el acta de Labor Parlamentaria de ayer, y que no había sido firmada por los bloques del kirchnerismo y la UCR. En ese sentido, el oficialismo había propuesto hacer una “sesión secreta” la semana próxima, que ahora quedará desechada, ya que el Senado se encamina a anular ese DNU, que ya fue rechazado también por la Cámara de Diputados.
El senador José Luis Mayans (Unión por la Patria) solicitó que se incluya en el tratamiento la aprobación de DNU relacionado con la Secretaría de Inteligencia del Estado (SIDE), además de los proyectos por la Boleta Única y la financiación universitaria.
“Ayer nos pidieron una reunión secreta. Nosotros no estamos de acuerdo. Primero por los tiempos que estamos viviendo, donde el presidente llama a diputados, utiliza el convencimiento extremo y cambian sus votos en 24 horas. Es un momento donde la gente sospecha de corrupción”, argumentó.
“Obviamente dijimos que sesiones secretas [no], más para hablar de un gasto de cien mil millones de pesos y con una ministra experta en pegar a gente desarmada… Imposible que nosotros nos prestemos para eso. Nosotros queremos tratar el DNU hoy”, añadió.
Pasadas las 14 horas, comenzó la sesión en el Senado que tratará el proyecto que actualiza y blinda el presupuesto universitario hasta fin de año y la iniciativa que busca implantar la Boleta Única de Papel (BUP) como nueva modalidad de votación de cara a los comicios legislativos del 2025.
El temario quedó plasmado ayer en una nueva reunión de Labor Parlamentaria en que la se quitó del plan original el DNU que le otorga fondos millonarios a la SIDE. Sin embargo, el kirchnerismo insistirá por tratarlo en el hemiciclo. Necesita dos tercios para incluirlo, por lo que se deberían sumar senadores de bloques aliados al oficialismo.
La Casa Rosada desactivó ayer el desembarco del decreto de la SIDE con una solicitud pidiendo una sesión especial secreta para informar sobre el alcance y pormenores del mismo.
Uno de los temas centrales será la Boleta Única de Papel, que debe volver a Diputados para su segunda revisión antes de febrero, fecha en que pierde estado parlamentario. El objetivo es avanzar en un cambio institucional relevante para el sistema electoral. El modelo elegido sería el mendocino, en lugar del cordobés. Ambos sistemas son similares, pero el primero se ajusta mejor al consenso entre oficialismo y dialoguistas, ya que permite una disposición más clara de los cargos y partidos en la papeleta.
El avance del proyecto fue facilitado por los modelos impresos que el Gobierno entregó al senador por Entre Ríos, Edgardo Kueider, presidente de la Comisión de Asuntos Constitucionales, quien preparó el texto final y lo entregó a los demás legisladores. Sin embargo, el proyecto estuvo en riesgo debido a las dudas del bloque radical, que finalmente resolvió apoyar la medida tras discutir la compensación de cajas jubilatorias no transferidas a la Nación, un tema que había generado tensiones.
La BUP necesita una mayoría absoluta de 37 votos para ser aprobada, lo que complica las posibilidades de desempate por parte de Villarruel. La oposición dialoguista y el oficialismo están empatados, lo que convierte la votación en un verdadero desafío, especialmente con la presencia aún incierta de un senador de La Libertad Avanza. Además, la BUP no permitirá la opción de votar una lista completa en las generales, un pedido clave de algunos senadores que terminó por inclinar la balanza en favor del modelo mendocino.
El otro punto fuerte del debate será el presupuesto universitario. Según la Oficina de Presupuesto del Congreso (OPC), el proyecto asegura una recomposición salarial para docentes y no docentes a partir del 1 de diciembre de 2023, con un impacto estimado de $738.595 millones, equivalente al 0,14% del PBI. La oposición considera que este es el mínimo necesario para garantizar el funcionamiento de las universidades, mientras que algunos sectores oficialistas han expresado su preocupación por el impacto fiscal.
La oposición, en bloque, dejó de lado los argumentos del oficialismo, que intentó frenar la medida, argumentando un gasto excesivo. Si la ley se aprueba, podría obtener los dos tercios necesarios en el Senado, lo que forzaría al presidente Javier Milei a evaluar un nuevo veto.
Finalmente, el debate sobre el DNU que asigna millonarios fondos a la Secretaría de Inteligencia fue aplazado para la próxima semana. Antes de la reunión de Labor Parlamentaria, el Ejecutivo había solicitado una sesión secreta para tratar el tema, con exposiciones de la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, y del secretario de Inteligencia, Sergio Neiffert, para explicar los detalles del decreto.
Este tema no logró consenso, y las críticas del kirchnerismo y algunos radicales llevaron a postergar su tratamiento. A pesar de que mañana podrían intentar avanzar con el debate, necesitarán dos tercios de los votos para tratarlo sobre tablas, algo que el Unión por la Patria probablemente no apoyará. Con algunas ausencias clave en la oposición, el oficialismo tiene una oportunidad de mover las fichas a su favor.
NG/LT
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