Sugiere que los gobernadores se deberán sentar con sus ministros a analizar la letra chica del presupuesto enviado. Luego, con reuniones con el Ejecutivo Nacional terminar de comprenderlos. Los detalles son claves para saber con qué fondos se contará, aunque se descuenta que “vayan por la coparticipación del impuesto al cheque, por ejemplo”.
Pregoraro remarcó algo clave para comenzar a entender la lógica de la administración de recursos nacionales: el artículo primero condiciona a todo el texto, el superávit fiscal será la vara con la que se medirán todos los gastos. ¿Pero de donde saldrán los recursos? Recuperación económica, por si alguien necesitaba más incertidumbre.
El texto proyecta un alza del PIB del 5% para 2025 y prevé igual suba para el 2026 y +5,5% para el 2027. Para el 2025, el Gobierno estimada que el crecimiento proyectado del PIB está motorizado principalmente por la industria, el comercio y, en menor medida, por el agro.
En relación con los componentes del PIB, las importaciones y la inversión serían los principales motores de crecimiento en 2025 (+14,2% y +9,9% respectivamente); las exportaciones crecerían 7,7%; el consumo privado +4,5% y el consumo público +4,0%.
Para el titular de Polikon “con respecto a las provincias, hay algo interesante porque las ‘transferencias no automáticas’ tendrían un crecimiento por encima de la pauta inflacionaria y el gasto total. Son dos mangos, pero crecería supuestamente a lo que fue este año, con una caída real del 80%”.
Esto se puede entender porque Nación está pagando la deuda que tenía con la Ciudad de Buenos Aires con esos recursos. El año que vienen esa partida crecerá pero aún se desconoce si será repartida en los 24 distritos o solamente se concentrará en uno en particular.
“No podemos saber como se distribuiría. Porque cuando miras lo que está pasando en septiembre, le está pagando la deuda por coparticipación con recursos de las transferencias no automáticas. Entonces, la deuda se pagará con recursos no automático en detrimento del resto de las provincias”, aclaró.
En el artículo 59, detalla un crédito presupuestario para la Administración Nacional de la Seguridad Social (Anses). Le asigna recursos para mandarle a las provincias que no tienen las Cajas transferidas. “Primer punto, ese monto es menor a la deuda, a simple vista. El problema con esto es que esos fondos serían distribuidos solamente en el caso de que Anses pueda acreditar el déficit previsional y luego se haga el convenio con el Ejecutivo. En términos político eso puede quedar en la nada”, detalla Pregoraro.
Este año el gobierno se prometió hacer una auditoria correspondiente y determinar si las provincias que reclaman tienen ese déficit y a partir de ahí se transferirán los fondos. Ahora, hay un dato no menor que ocurrió en la última presentación del Jefe de Gabinete en el Congreso y dijo que la nación no reconoce ninguna deuda al día de hoy con las Cajas provinciales. Abrió una ventana de posibilidades. Ese artículo no significa que el gobierno comience el año pagando.
Comienza un largo año de discusiones…
La situación está estancada. Entonces, si bien hay un crédito presupuestario, previo a eso hay que hacer todo un procedimiento administrativo para reconocer el déficit, cuánto le corresponde a cada provincia y firmar los convenios, ahí tenés seis meses más por lo menos.
¿De dónde saldrán los recursos de la Nación?
Si bien hay algunos impuestos que mostrarían una dinámica alcista de la mano de una recuperación económica, como por ejemplo el IVA o Ganancias o derechos de importación. En este último caso el ministro adelantó en X que crecerá un 100%, en teoría toda la recaudación se va a sostener por la mejora económica.
Entonces, apostamos a que vamos a estar mejor y por lo tanto vamos a recaudar mas
Mas allá de la cuestión ideológica del gobierno, entiendo que esta regla fiscal en el artículo uno viene de la mano de lo que pasaría si no ocurren los supuestos. Entonces, en pos de asegurar el superávit fiscal, el gobierno te dice de antemano si no se dá lo que estoy previendo recorto más el gasto. Para mí no es casual que esa regla está en el artículo uno, es muy simbólico. Todo el articulado está condicionado. Si el equilibro fiscal está comprometido, se van a readecuar todas las pautas presupuestarias que están en el texto. Es lo único innegociable.
Te hago un supuesto, si fueras gobernador y te encontrás con este presupuesto ¿Qué se hace?
En primer lugar, los gobernadores deberán sentarse con los ministros para que les explique en detalle cómo sería la distribución de las transferencias discrecionales y en concepto de qué. En segundo lugar, es buen momento para pedirle al Estado nacional: sentémonos a convertir impuestos nacionales en coparticipables, como es el impuesto al cheque. Aunque sea el 30% de los impuestos. Siguiendo la lógica de no aumentar más impuestos, repartamos mejor los que hay. Será quizás muy difícil sentarse con el ministro Caputo. Ya las provincias han demostrado buenos resultados fiscales este año. El presupuesto adelanta que a las provincias les puede ir bien también.
Pero Córdoba se muestra muy afectada por la fata de fondos nacionales, como los recursos de la Caja de Jubilaciones, el recorte de los subsidios al transporte, el incentivo docente…
En términos generales las provincias están cumpliendo el recorte del gasto público. Particularmente Córdoba cerró el primer trimestre de este año con un superávit de 500 mil millones de pesos. Ahí entra en juego el papel de la política, que es verdad que hay recortes, pero los gobernadores están gestionando y achicando números. No hay provincia que esté demostrando que tienen cuentas en rojo, salvo Buenos Aires. Los gobernadores están ajustados, pero son conflictos administrativos, deberán encontrar más creatividad y demostrar que los recortes quizás no sean sostenibles en el largo plazo.
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