Presión universitaria para que la oposición rechace el veto de Milei


El Senado ya envió el jueves por la noche al Poder Ejecutivo la sancionada ley de financiamiento universitario y es inminente la concreción del veto total que anunció el presidente Javier Milei no bien se conoció su aprobación.
No obstante, en el Congreso tanto en el oficialismo como en la oposión ya están haciendo cuentas para determinar si están los números para rechazar otro veto como el del aumento jubilatorio, o si hay chances de torcer esa tendencia.
Tal como se anunció cuando se conoció la decisión presidencial, los docentes universitarios están convocando a un paro nacional el 26 de septiembre y una convocatoria a una movilización para el 2 de octubre, que busca repetir la masiva convocatoria del 23 de abril. Las noticias de esta semana no fueron buenas para las universidades con la presentación del Presupuesto 2025, en el que solo se contempla un aumento en las partidas del 28%, lo que no compensa de ninguna manera el índice inflacionario, y que sería aún más complicado si incluso no se actualizan las cifras con la ley de financiamiento aprobada recientemente.
El Consejo Interuniversitario Nacional pidió unos 7,2 billones de pesos para sostener la operatoria de las sesenta universidades nacionales durante 2025 y solo se contempla el otorgamiento de 3,8 billones, poco más de la mitad de la cifra requerida.
En lo que respecta al resto de los niveles educativos, el Ejecutivo también resolvió suspender en el Presupuesto 2025 la Ley de Financiamiento Educativo, que dispone el 6% del total de la masa presupuestaria para invertir en el área.
Durante la votación del 15 de agosto en Diputados, la aprobación fue por 143 votos a favor, contra 77 en contra, una abstención y la llamativa cifra de 35 ausentes, que atiende en parte con que la votación se realizó sobre las 8 de la mañana de ese día.
Precisamente, esta última cifra es la que están mirando desde las dos veredas. Entre ellos se encuentran, por ejemplo, los radicales Luis Picat y Mariano Campero, dos de los que le dieron la llave al gobierno nacional para que pueda defender el veto jubilatorio en el recinto. Primero Campero y luego Picat ya dieron a entender que van a defender el veto de Milei, por lo que esa ausencia podría convertirse en un voto negativo pero nunca en un respaldo a la estrategia opositora de insistir con la ley aprobada en ambas cámaras. Martín Arjol, otro de los radicales más cercanos al oficialismo, que está en la lista de suspendidos por el radicalismo, también estaría dispuesto a avalar el veto, más allá de que estuvo entre los que respaldaron la iniciativa en un comienzo.
Lisandro Nieri, también radical pero que responde al gobernador de Mendoza, Alfredo Cornejo, optó por la abstención en esa oportunidad.
La simultaneidad de la discusión por este tema con el arranque del debate del Presupuesto no es un buen augurio para la oposición ya que el Gobierno cuenta con una amplia gama de herramientas y partidas con las que puede tentar a más de un gobernador. Por caso, los mismos diputados de Innovación Federal (referenciados en los gobiernos provinciales de Salta, Misiones y Río Negro) votaron a favor del financiamiento universitario, como había sucedido con las jubilaciones, aunque optaron por la abstención cuando el tema llegó por segunda vez a Diputados.
Como consuelo, en la oposición señalan que en privado Karina Milei no pudo garantizar la unidad que le permitió llegar al número mágico de los 87 héroes, aunque trabaja fuerte en ello.


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