El arquero de Boca Sergio “Chiquito” Romero podría ser sancionado por el Consejo de Fútbol tras su pelea con los hinchas de Boca una vez consumada la derrota ante River, en el marco del Superclásico disputado en La Bombonera.
La actitud del ex jugador de la Selección argentina no cayó bien puertas adentro y se baraja la posibilidad de que reciba una multa económica o deportiva.
La derrota ante River caló hondo en los hinchas y también en el plantel, ya que los ánimos quedaron caldeados y todo empeoró aún más, cuando Romero protagonizó un incidente con socios del “Xeneize” que se encontraban en el sector de plateas.
A raíz de los insultos recibidos, Romero salió del túnel y quiso tomarse a golpes de puño con una persona, lo que motivó la intervención de sus compañeros y los efectivos de Seguridad.
Además, ante lo acontecido, los seguidores, desde el Gobierno de la Ciudad le labraron una contravención y el arquero lo confirmó posteriormente. “Ya la firmé y ofrecí disculpas al muchacho que me la trajo. Estuve mal, los hinchas tienen derecho a expresarse”, declaró el arquero en zona mixta.
A raíz de esta situación, Romero puede ser multado de 15.000 a 50.000 pesos por “desorden” y probation, porque la pena es de 5 a 30 días de arresto. Al ser deportista, la pena es el doble que cualquier ciudadano de a pie. La causa está a cargo del fiscal Maximiliano Vence, informaron a NA.
El entrenador de Boca, Diego Martínez continuará al menos hasta el partido contra Belgrano, en Córdoba, el próximo sábado y luego el Consejo de Fútbol tomará una decisión respecto de su continuidad.
Anoche, tras la reunión que Martínez mantuvo en el hotel Intercontinental-lugar donde Boca se hospeda habitualmente- con los miembros del Consejo de Fútbol, Mauricio Serna y Marcelo Delgado y tras un contacto telefónico con el presidente Juan Román Riquelme, se decidió la continuidad del entrenador “por lo menos hasta el partido contra Belgrano”, detalló a Noticias Argentinas una fuente del club.
Del encuentro entre Martínez y los directivos xeneizes se supo que el técnico expresó su deseo de continuar dirigiendo lo que fue aceptado por los miembros del Consejo de Fútbol, aunque se le informó que su continuidad está supeditada a los resultados por lo tanto su cargo se pondrá en juego frente al equipo cordobés.
A partir de allí, Martínez comenzó a planificar la semana de entrenamiento, que se iniciará mañana, con vistas al partido del sábado en Córdoba, aunque es consciente de que una nueva derrota precipitaría su alejamiento del cargo, y una victoria le posibilitaría la continuidad para los próximo cotejos, entre ellos el que ahora cobra mayor relevancia que es el partido contra Gimnasia y Esgrima La Plata, por la Copa Argentina, en la primera quincena de octubre en un estadio a determinar, que podría ser Córdoba, Mendoza o Santiago del Estero.
Ahora, alejado de los puestos de vanguardia del campeonato de la Liga Profesional, Boca apunta a ganar la Copa Argentina, que otorga un pasaporte directo a la próxima Copa Libertadores de América.
También ,respecto del caso Martínez. fuentes vinculadas a la dirigencia xeneize destacaron que el club no desea desembolsar una gran suma de dinero si es que despide al entrenador-que firmó contrato con Boca hasta diciembre de 2025- y lógicamente aspira a cobrar sus honorarios hasta esa fecha, y por lo tanto Boca aspira a que sea el propio técnico el que presente su renuncia.
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