La tensión en Bolivia crece en el segundo día de bloqueos por miembros de comunidades rurales en las principales carreteras que atraviesan el país, con el fin de evitar la detención de su líder político, el expresidente Evo Morales (2006-2019), quien enfrenta una investigación de la Fiscalía, difundió la estatal Administradora Boliviana de Carreteras (ABC).
De acuerdo con la ABC, los bloqueos carreteros se concentran sobre todo en cinco puntos estratégicos de la red de comunicación terrestre para incomunicar así al departamento de Cochabamba (centro), esencial para el comercio interdepartamental que conecta a Santa Cruz (este) con La Paz (oeste). Los puntos más críticos se encuentran en Parotani, Kochi Pampa y Confital, al oeste, así como en Yapacaní y Arani, que conectan con el oriente boliviano, según un informe de la agencia de noticias Xinhua.
Los simpatizantes del exmandatario boliviano justifican su accionar en rechazo a lo que consideran una persecución política contra Morales, quien busca participar en las elecciones de agosto de 2025 para un nuevo mandato presidencial.
En este contexto, el ministro de Gobierno de Bolivia, Eduardo del Castillo, confirmó la detención de 13 personas producto de los bloqueos, a quienes se les encontró en posesión de artefactos explosivos, según los informes policiales.
Para representantes de sectores productivos como el transporte y la agroindustria, los cortes carreteros no solo amenazan la movilidad, sino también a la economía, ya que las principales vías comerciales han sido interrumpidas con pérdidas millonarias. Transportistas advirtieron que la paralización en carreteras de cientos de camiones de carga podría generar cada día pérdidas millonarias, además de la incertidumbre en torno a la duración del conflicto entre comerciantes y empresarios, preocupados por el abastecimiento que puede agravar la situación por el alza en los precios de los productos.
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