Gran Hermano Chile ha comenzado su edición en la casa utilizada para el programa argentino, pero con una diferencia notable: la inclusión de un tenebroso sótano. Este espacio sombrío y opresivo será destinado a los concursantes que no logren superar las pruebas semanales, añadiendo una nueva capa de desafío tanto físico como psicológico. El sótano presenta un ambiente que recuerda a las películas de terror, con paredes simulando humedad, poca iluminación y mobiliario en mal estado. Este lugar se convierte en una prueba adicional para los participantes, quienes deberán enfrentarse al miedo y la incomodidad que ofrece este nuevo entorno. Más allá de la incomodidad física, pasar tiempo en el sótano representa un castigo psicológico significativo. La soledad, el silencio y la oscuridad son elementos que pondrán a prueba la fortaleza mental de los concursantes, incrementando la tensión dentro de la casa. Los participantes saben que cualquiera de ellos podría ser el próximo en descender al sótano, lo que incrementa la competitividad y la presión por ganar las pruebas. La estrategia y la habilidad serán claves para evitar pasar una noche en este espeluznante lugar. El público está expectante por ver cómo los concursantes manejan este nuevo reto. La incorporación del sótano ha añadido un elemento de suspense y morbo a Gran Hermano Chile, haciendo de esta edición una de las más comentadas y seguidas.