alrededor del 4% mensual, según datos de la consultora LCG. Este
comportamiento inflacionario ha persistido en las últimas semanas,
impidiendo una reducción significativa del índice general. En la tercera
semana de julio, la inflación semanal fue del 0,6%, una desaceleración
respecto al 1,8% de la primera semana del mes, influenciada por el
impacto del salto de los dólares libres.
El informe de LCG señala que el índice mensual de alimentos y bebidas se
mantiene en un 3,9%. Este nivel de inflación refleja la dificultad de
romper la inercia inflacionaria en este sector clave. En las últimas
cinco semanas, las mediciones móviles mostraron fluctuaciones entre el
3,8% y el 4,2%. Este comportamiento impacta directamente en las
previsiones económicas, complicando el escenario para una reducción del
índice general en julio.
La tercera semana de julio destacó por una amplia dispersión entre los
distintos rubros alimenticios. Las categorías que más contribuyeron a la
inflación semanal fueron Verduras con un 4,6%, Aceites con un 3,2%, y
Productos Lácteos y Huevos con un 1,8%. A pesar de estas subidas,
algunos rubros como Carnes y Bebidas mostraron una baja en términos
absolutos, equilibrando parcialmente el índice general.
Las medidas del gobierno para controlar la inflación y la emisión
monetaria han tenido efectos mixtos en la dinámica de precios. La
persistencia de un alto nivel inflacionario en alimentos y bebidas
subraya la necesidad de estrategias más efectivas para estabilizar los
precios y reducir la carga inflacionaria sobre la economía y los
consumidores. Este sector sigue siendo uno de los más sensibles y
determinantes en el índice de precios al consumidor.
En conclusión, la estabilización de la inflación de alimentos en torno
al 4% mensual presenta un desafío significativo para las políticas
económicas. La dificultad de quebrar esta inercia inflacionaria refleja
problemas estructurales y la necesidad de ajustes en las estrategias
gubernamentales para lograr una recuperación económica sostenible y una
mejora en el poder adquisitivo de los ciudadanos.
