El presidente Javier Milei ha tomado la decisión de apartar a Guillermo Ferraro de su cargo como ministro de Infraestructura, lo que ha desencadenado una reestructuración en el gabinete. Esta acción fortalece la posición de Nicolás Posse como jefe de gabinete y eleva el rol de Luis Caputo, quien ahora asume el papel de un “superministro” libertario. La filtración de información sensible durante una reunión de ministros ha sido el punto de quiebre que condujo a la expulsión de Ferraro y a este cambio de dinámica en el gobierno de Milei.
La disputa interna en el gobierno libertario se agudizó con acusaciones contra Ferraro de filtrar información confidencial. Este incidente ha revelado tensiones preexistentes entre Milei y Ferraro, cuya relación se había deteriorado gradualmente. La figura de Posse se consolida mientras que Caputo, ahora con un poder ampliado, asume un papel más prominente en la administración.
La reunión de gabinete liderada por Milei evidenció la estrategia del gobierno para presionar a los gobernadores y asegurar la aprobación de la Ley Ómnibus. Se espera que este movimiento fortalezca la posición del ejecutivo ante posibles desafíos legislativos y políticos en el futuro cercano. La salida de Ferraro y el reajuste en el gabinete marcan un cambio significativo en la dinámica política del gobierno de Milei.