Desarrollo: En la víspera de las elecciones presidenciales en Venezuela, Nicolás Maduro realizó promesas electorales en un acto público transmitido en vivo, violando la prohibición de propaganda política tras el cierre de la campaña. Maduro aseguró que se construirán 500.000 viviendas por año durante su próximo mandato, sumando un total de tres millones de viviendas. Estas declaraciones se realizaron pese a la normativa del Consejo Nacional Electoral (CNE) que prohíbe cualquier tipo de proselitismo una vez finalizada la campaña oficial.
Durante su intervención, Maduro también criticó a sus opositores y sugirió que una victoria de estos significaría la privatización de servicios públicos en Venezuela. Las promesas y comentarios de Maduro han generado controversia, ya que se considera una clara violación de las normas electorales. Sin embargo, el CNE no ha tomado medidas al respecto, lo que ha llevado a denuncias de parcialidad y falta de transparencia en el proceso electoral.
La reacción de la oposición ha sido de rechazo, señalando que el incumplimiento de las normas por parte de Maduro demuestra un desprecio por el proceso democrático. Diversos líderes opositores han exigido al CNE que actúe de manera imparcial y haga cumplir las leyes electorales. Observadores internacionales también han expresado su preocupación por estas irregularidades, que socavan la confianza en la integridad de las elecciones en Venezuela.
En conclusión, la promesa de Maduro durante la veda electoral ha aumentado las tensiones en un proceso ya marcado por denuncias de fraude y manipulación. La comunidad internacional observa de cerca el desarrollo de estos comicios, esperando que se respeten las normativas y se garantice la voluntad popular.
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