Aunque estos países no han desconocido formalmente los resultados de las elecciones, se abstuvieron de felicitar a Maduro hasta que se publiquen los datos completos y desglosados por mesa de votación. En el comunicado, destacaron su apoyo al pueblo venezolano y su derecho a elegir su propio futuro, al mismo tiempo que subrayaron la necesidad de resolver las controversias electorales de manera institucional y transparente.
El comunicado también incluye un llamado a las autoridades electorales venezolanas para que avancen rápidamente en la publicación de estos datos y aseguren un proceso electoral claro y verificable. Los tres países recalcaron que la verificación imparcial de los resultados es esencial para respetar la soberanía popular y evitar episodios de violencia.
En su declaración, los presidentes instaron a los actores políticos y sociales a mantener la calma y evitar manifestaciones que puedan desencadenar violencia. Enfatizaron que la prioridad debe ser la paz social y la protección de las vidas humanas, reiterando su compromiso con el respeto a la voluntad del pueblo venezolano y su disposición a apoyar esfuerzos de diálogo y acuerdos que beneficien al país.
Finalmente, el comunicado reafirma el respeto absoluto de estos países por la soberanía de Venezuela y su intención de apoyar cualquier iniciativa que busque un diálogo constructivo y beneficioso para el pueblo venezolano.