En la última marcha contra la Ley Ómnibus, un militante de La Libertad Avanza, Patricio Chazarreta, tomó una decisión drástica: denunciar penalmente al comunicador Germán Garriga, quien lo golpeó mientras se dirigía hacia el Congreso de la Nación. Las imágenes del incidente se volvieron virales en las redes sociales, generando un debate sobre la violencia política en Argentina. Chazarreta argumenta que fue agredido por su afiliación política, ya que portaba una gorra asociada con su partido.
Tras la difusión del video, se identificó a Garriga como el agresor, quien tiene antecedentes por agresiones políticas. La denuncia destaca la motivación política detrás del ataque y detalla las lesiones sufridas por Chazarreta. La situación pone de manifiesto la polarización y la intolerancia en el ámbito político argentino, alimentando preocupaciones sobre la seguridad de los manifestantes y la libertad de expresión.
El respaldo legal de Chazarreta proviene de figuras políticas y abogados vinculados a su partido, quienes buscan que se investigue el caso a fondo y se haga justicia. Este incidente reaviva el debate sobre la necesidad de un diálogo político más constructivo y respetuoso, así como medidas efectivas para prevenir la violencia en manifestaciones y proteger los derechos de los ciudadanos a expresar sus opiniones sin temor a represalias.