El pasado sábado, en el barrio porteño de Barracas, se desató un incendio en una planta de reciclaje, provocando graves daños en el depósito. Aunque no hubo víctimas, el fuerte viento dificultó las labores de los bomberos, extendiendo las llamas y generando pesadas columnas de humo negro que se propagaron por la zona. Como medida preventiva, se evacuaron algunos vecinos de las viviendas cercanas.
El incidente comenzó cerca de las 20 horas y movilizó a sietedotaciones de Bomberos de la Ciudad y unidades del SAME. Las condiciones climáticas empeoraron la situación, con ráfagas de viento de hasta 70 kilómetros por hora, que avivaron las llamas y pusieron en peligro la estabilidad del tinglado del predio. Esto llevó a evacuar a residentes en un radio de 200 metros y cortar calles como medida de seguridad.
A pesar del despliegue de recursos, el incendio se mantuvo desafiante. Alberto Crescenti, director del SAME, describió la situación como “un incendio de magnitud” y enfatizó la importancia de mantener una fase preventiva. Afortunadamente, no se reportaron heridos de gravedad, aunque seis personas requirieron asistencia con oxígeno debido al humo generado por el fuego y los materiales inflamables presentes en el depósito.
El humo negro se pudo observar desde diferentes puntos de la ciudad, generando preocupación entre los residentes de Barracas y zonas aledañas. A medida que avanzaba la noche, la densa columna de humo se propagó por la zona sur, dejando un olor a quemado en el ambiente. Las autoridades continuarán trabajando para controlar la situación y evitar que el incendio cause más daños en la comunidad.