“Cuando venía para acá me atropelló una bicicleta en la bicisenda, me pasó por arriba y me rompió el pie”, contó Feudale.
Sus compañeros se preocuparon por su bienestar y le preguntaron cómo se sentía. Ella comentó que afortunadamente se encontraba bien.
“Frenó pero me dijo ‘ay no, vos retrocediste’, me echó la culpa y siguió de largo. Aparte me pasó por arriba y se me cayó encima”, explicó.
“Gracias a Dios no me lastimó el cuerpo porque fui frenándome. Pero también porque yo tengo una plasticidad y estuve entrenando durante muchos años, porque sino, una bicicleta te puede matar”, concluyó Marcela Feudale.
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