Llaryora buscaba un acuerdo con Milei por fondos provinciales, pero este no se materializó antes de la votación de la ley ómnibus. A pesar del reclamo por la coparticipación, su intento falló, resultando en el rechazo de sectores clave a aspectos de la ley Bases. El oficialismo nacional no respondió a las señales de Córdoba, lo que provocó tensiones y descontento en la provincia. Llaryora, en un intento por demostrar poder, ordenó el rechazo de incisos cruciales de la reforma del Estado, desafiando al presidente y generando malestar en el ámbito legislativo. A pesar de la tensión política, se espera que la relación entre Llaryora y Milei continúe, mientras ambos buscan mantener el equilibrio entre intereses provinciales y nacionales.