Ayer en la Cámara de Diputados se confirmó el veto del oficialismo con los votos de los legisladores de La Libertad Avanza, el PRO y un grupo de radicales que hace unos pocos meses habían apoyado la ley y ahora cambiaron su postura al apoyar a Milei.
Si bien la ley tuvo 153 votos a favor, no se alcanzaron los 166 necesarios, es decir, las dos terceras partes, para anular el veto presidencial. Entre los 87 diputados que votaron en rechazo, se encontraban cinco radicales: Martín Arjol, Luis Picat, Mariano Campero y Pablo Cervi y José Federico Tournier.
Por eso, el secretario general de la Convención de la UCR, Hernán Rossi, adelantó que impulsará la expulsión de los legisladores que “no apoyaron la decisión del partido de rechazar el veto presidencial”. Vale recordar que la reforma jubilatoria que se aprobó en el Senado y en Diputados fue un proyecto impulsado por el propio radicalismo.
Esa suspensión será “hasta tanto el Tribunal Nacional de Ética de la Unión Cívica Radical juzgué su conducta”, según explicó Rossi en su cuenta de X, donde también resaltó “la actitud de los legisladores que sí fueron orgánicos y coherentes con sus convicciones personales y las del partido”.
Esto surgió a partir del pedido de once diputados nacionales de la UCR al presidente del bloque, Rodrigo de Loredo, para que se arbitren los medios necesarios para desplazar a los cinco rebeldes del espacio.
Asimismo, esos diputados en cuestión se habían reunido con el jefe de Estado en la Casa Rosada, por lo que el radical Pablo Juliano reprochó a sus compañeros que “se sacan fotos”, con Milei, y les pidió que “muevan sus bancas”. “Tengan el coraje político de que lo que hacen afuera lo hagan acá adentro”, reclamó.
“Después se llenan la boca hablando de la base de sustentación. Son los que tienen una urna en la cabeza”, dijo y agregó: “Las abstenciones, los que den vuelta los votos, van a tener que ser hacerse cargo”.
El diputado nacional de la UCR Martín Arjol, uno de los cinco radicales que cambiaron el voto y rechazaron el proyecto de ley de movilidad jubilatoria a contramano de su bloque, sostuvo hoy que “si el partido debe tomar la decisión de expulsarlos, que la tome ya”.
Al defenderse de las acusaciones de sus propios correligionarios, Arjol cuestionó que “en el radicalismo pareciera que hay radicales de primera y de segunda, y que a algunos, como somos del interior, nos pueden hacer esto”.
Según dijo, la determinación de votar junto al Gobierno a espaldas de su propio bloque fue una “decisión difícil” tanto para él como para sus cuatro pares. El misionero negó que haya habido un “toma y daca” con el Gobierno, y aseguró que tomaron ese camino “con convicción” de que era lo correcto.
“Lo hicimos con convicción. Yo creo que desde aquella primera aprobación al día de ayer hay hechos nuevos, como el veto, el equilibrio fiscal que ha demostrado una baja consistente de la inflación, y finalmente la reunión con el presidente en donde se dio una charla distendida en materia de economía”, justificó.
Según reveló el misionero, en ese encuentro Milei les aclaró que “de ninguna manera” tenía “animosidad con los jubilados”. “‘Lo que yo necesito es lograr el equilibrio fiscal’, nos dijo”, reveló Arjol.
“Yo no tengo nada contra los jubilados, mis dos padres son jubilados, me encantaría que no solo ganen 300.000, sino que ganen 600.000, pero el tema es cómo lo hacemos. Si lo hacemos al modelo kirchnerista, lo único que hacemos es darle a la maquinita y le vamos a meter plata por un bolsillo y le vamos a sacar por otro”, completó reproduciendo lo que les dijo el jefe de Estado en Casa de Gobierno.
JD / Gi
Si bien la ley tuvo 153 votos a favor, no se alcanzaron los 166 necesarios, es decir, las dos terceras partes, para anular el veto presidencial. Entre los 87 diputados que votaron en rechazo, se encontraban cinco radicales: Martín Arjol, Luis Picat, Mariano Campero y Pablo Cervi y José Federico Tournier.
Por eso, el secretario general de la Convención de la UCR, Hernán Rossi, adelantó que impulsará la expulsión de los legisladores que “no apoyaron la decisión del partido de rechazar el veto presidencial”. Vale recordar que la reforma jubilatoria que se aprobó en el Senado y en Diputados fue un proyecto impulsado por el propio radicalismo.
Esa suspensión será “hasta tanto el Tribunal Nacional de Ética de la Unión Cívica Radical juzgué su conducta”, según explicó Rossi en su cuenta de X, donde también resaltó “la actitud de los legisladores que sí fueron orgánicos y coherentes con sus convicciones personales y las del partido”.
Esto surgió a partir del pedido de once diputados nacionales de la UCR al presidente del bloque, Rodrigo de Loredo, para que se arbitren los medios necesarios para desplazar a los cinco rebeldes del espacio.
Asimismo, esos diputados en cuestión se habían reunido con el jefe de Estado en la Casa Rosada, por lo que el radical Pablo Juliano reprochó a sus compañeros que “se sacan fotos”, con Milei, y les pidió que “muevan sus bancas”. “Tengan el coraje político de que lo que hacen afuera lo hagan acá adentro”, reclamó.
“Después se llenan la boca hablando de la base de sustentación. Son los que tienen una urna en la cabeza”, dijo y agregó: “Las abstenciones, los que den vuelta los votos, van a tener que ser hacerse cargo”.
El diputado nacional de la UCR Martín Arjol, uno de los cinco radicales que cambiaron el voto y rechazaron el proyecto de ley de movilidad jubilatoria a contramano de su bloque, sostuvo hoy que “si el partido debe tomar la decisión de expulsarlos, que la tome ya”.
Al defenderse de las acusaciones de sus propios correligionarios, Arjol cuestionó que “en el radicalismo pareciera que hay radicales de primera y de segunda, y que a algunos, como somos del interior, nos pueden hacer esto”.
Según dijo, la determinación de votar junto al Gobierno a espaldas de su propio bloque fue una “decisión difícil” tanto para él como para sus cuatro pares. El misionero negó que haya habido un “toma y daca” con el Gobierno, y aseguró que tomaron ese camino “con convicción” de que era lo correcto.
“Lo hicimos con convicción. Yo creo que desde aquella primera aprobación al día de ayer hay hechos nuevos, como el veto, el equilibrio fiscal que ha demostrado una baja consistente de la inflación, y finalmente la reunión con el presidente en donde se dio una charla distendida en materia de economía”, justificó.
Según reveló el misionero, en ese encuentro Milei les aclaró que “de ninguna manera” tenía “animosidad con los jubilados”. “‘Lo que yo necesito es lograr el equilibrio fiscal’, nos dijo”, reveló Arjol.
“Yo no tengo nada contra los jubilados, mis dos padres son jubilados, me encantaría que no solo ganen 300.000, sino que ganen 600.000, pero el tema es cómo lo hacemos. Si lo hacemos al modelo kirchnerista, lo único que hacemos es darle a la maquinita y le vamos a meter plata por un bolsillo y le vamos a sacar por otro”, completó reproduciendo lo que les dijo el jefe de Estado en Casa de Gobierno.
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