Si bien hubo un pedido de disculpas públicas, sus compañeros consideraron que no es suficiente y tomaron la determinación de suspender su gira hasta que pueda recuperarse.
“A todos los fans, la banda ha tomado la difícil decisión de tomarse un tiempo separado como grupo. Por tal motivo, queda suspendido lo que resta del tour”, explicó la banda en un comunicado, en el que aclararon que le devolverán al público el dinero de los tickets.
Pero ese no fue el único comunicado, los tres integrantes sin el líder, también se expresaron en redes sociales. Dave Navarro, Eric Avery y Stephen Perkins aclararon que “como consecuencia del comportamiento de nuestro vocalista Perry Farrell y sus dificultades de salud mental, tomamos la decisión de no seguir adelante con nuestra gira por los Estados Unidos. Nuestra preocupación por su salud y su seguridad, así como la nuestra, no nos ha dejado alternativa. Esperamos que reciba la ayuda que necesita”.
“Lamentamos mucho no poder estar para ustedes, nuestros fans que ya han comprado sus entradas. No encontramos otra solución porque les debemos un show en un ambiente seguro y una buena presentación en el escenario. Nuestros corazones están rotos, Dave, Eric y Stephen”, concluyeron los músicos en su duro comunicado.
Durante la interpretación de la canción “Ocean Size”, parte del repertorio de Jane’s Addiction, Perry Farrell protagonizó un inesperado acto de agresión al golpear al guitarrista de la banda, Dave Navarro. El incidente generó una atmósfera de desconcierto entre los asistentes, que vieron cómo miembros del equipo técnico tuvieron que intervenir para separar a los músicos y retirar a Farrell del escenario. La situación generó una reacción de desaprobación por parte del público, además de preocupaciones en torno a la estabilidad de la banda y su capacidad para seguir presentándose en eventos programados, incluido su show en Lollapalooza Argentina.
Este episodio pone en evidencia la contradicción que representa Farrell en el panorama de la música alternativa. A pesar de ser el creador de un festival dedicado a la celebración artística y la convivencia pacífica entre diferentes géneros y formas de expresión, el cantante protagoniza un incidente de violencia que pone en riesgo su reputación y la continuidad de la banda en los escenarios.
El origen de Lollapalooza se remonta a 1991, cuando Perry Farrell buscaba una manera de despedir a su banda Jane’s Addiction. En lugar de optar por un simple adiós, decidió crear una gira que recorrería 20 ciudades en Estados Unidos y Canadá, combinando presentaciones musicales con otras expresiones artísticas, como danza y teatro. Así nació Lollapalooza, cuyo nombre fue inspirado por una palabra que Farrell encontró en un diccionario y que significa “extraordinariamente impresionante”. Desde su primera edición, el festival se transformó en un evento anual y global que atrae a miles de personas, integrando una variedad de géneros musicales que van desde el rock alternativo hasta la música electrónica.
Lollapalooza se ha consolidado como un espacio clave en la música contemporánea, proporcionando una plataforma a artistas emergentes y consagrados de todo el mundo. Lo que comenzó como una gira de despedida para Jane’s Addiction ha evolucionado en una tradición musical y cultural que se replica en varios países, incluidos Argentina, Brasil, Chile y Alemania.
Perry Farrell, nacido como Peretz Bernstein el 29 de marzo de 1959 en Queens, Nueva York, ha sido una figura influyente en la escena de la música alternativa desde los años 80. Su carrera comenzó con la banda Psi Com, pero fue con Jane’s Addiction que alcanzó notoriedad, siendo reconocido por un sonido que fusionaba punk, metal y rock psicodélico. Esta combinación resonó entre la juventud de la época, ayudando a consolidar el movimiento alternativo como una vía de rebelión y autoexpresión.
A lo largo de su carrera, Farrell no solo ha dejado su huella como líder de Jane’s Addiction, sino también como fundador de proyectos musicales como Porno for Pyros y Kind Heaven Orchestra. Porno for Pyros, en particular, está en medio de una nueva etapa, con una gira por Norteamérica y el lanzamiento de nueva música en 2024. Además, Farrell ha lanzado varios álbumes en solitario y ha explorado otros proyectos artísticos, como Heaven After Dark, un espectáculo que combina música, arte visual y performance.
En su vida personal, Farrell también ha enfrentado grandes desafíos. En los años 90, atravesó un periodo difícil debido a su adicción a las drogas, un problema que logró superar con la ayuda de su esposa, Etty Lau Farrell, quien fue bailarina de respaldo en una gira de Jane’s Addiction en 1997. La pareja se casó en 2002 y tiene dos hijos. El apoyo de Etty fue fundamental para que Perry lograra salir de su adicción y pudiera retomar su carrera artística con nuevos proyectos y energías renovadas.
Con la banda Jane’s Addiction programada para actuar en Lollapalooza Argentina, el reciente altercado en Boston ha generado incertidumbre sobre el estado de las relaciones entre los miembros de la banda, así como sobre la estabilidad emocional de Perry Farrell. Aunque no se ha emitido ningún comunicado oficial por parte de los organizadores del festival, es probable que el incidente haya generado tensiones que podrían repercutir en futuros conciertos y en la percepción del público sobre el liderazgo de Farrell como referente de la música alternativa.
El futuro de Jane’s Addiction y la participación de la banda en próximos festivales, incluido Lollapalooza Argentina, queda ahora en el aire, mientras el público y la industria musical observan de cerca cómo se desarrollan los eventos tras este polémico episodio.
Live Nation y la productora DF ahora tienen el desafío de llevar adelante la organización del show en el Hipódromo de San Isidro.
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