“Gracias a Dios estamos trabajando muy bien”, afirma Ortigoza, minimizando el impacto de los incrementos de precios. Enfatiza que la clave no es solo notar las subidas, sino asegurarse de tener mercadería disponible.
La previsión fue fundamental. Anticipándose a las alzas, el Centro Almacenero construyó un inventario sólido, incluyendo productos navideños. La estrategia ha sido efectiva, permitiéndoles mantener precios competitivos.
Ortigoza comparte ingeniosas tácticas, como la creación de bolsitas económicas de pan dulce y sidra. Estos productos estratégicos han contribuido al éxito de las ventas, demostrando la adaptabilidad del negocio.
Con una trayectoria de 50 años como almacenero, Ortigoza destaca la evolución en las prácticas comerciales. El fraccionamiento de productos alimenticios, como arroz y fideos, refleja la capacidad de adaptación a las demandas cambiantes.
El comerciante aborda el aumento más notable: el gas, pasando de 3500 a 4900, impactando significativamente en la comunidad local. Esta realidad económica es un reflejo de los desafíos que enfrentan los pequeños negocios en la actualidad.
A pesar de los desafíos, Ortigoza cierra con optimismo. Destaca que, aunque el consumo no es como antes, la gente sigue comprando. Su actitud resiliente y estrategias innovadoras ofrecen un ejemplo inspirador en medio de la adversidad.
En este contexto económico desafiante, Ismael Ortigoza emerge como un líder empresarial que enfrenta la adversidad con ingenio y resiliencia. Su experiencia demuestra que, incluso en tiempos difíciles, estrategias sólidas y adaptabilidad pueden marcar la diferencia para los pequeños negocios.