“La Oficina del Presidente informa que el presidente Javier Milei vetará el irresponsable proyecto de aumento del gasto público de las universidades nacionales, aprobado en el Congreso, así como cualquier otro proyecto que no contemple una partida presupuestaria específica y atente contra el equilibrio fiscal”, anunció el Ejecutivo.
“Es momento de que los legisladores entiendan que ya no pueden hacer populismo demagógico con los recursos de quienes pagan los impuestos, y comiencen a actuar con la responsabilidad que demanda este momento histórico. El lugar adecuado para discutir el financiamiento de las universidades es el debate del Presupuesto Nacional 2025”, aseguraron.
Además, en el comunicado establecieron su “compromiso con las universidades nacionales, al igual que con la defensa del esfuerzo que cada uno de los argentinos viene realizando desde diciembre para alcanzar el déficit cero, reducir la inflación y recuperar la prosperidad económica”.
“Esta administración no cederá ante el espectáculo mediático, los proyectos de ley irresponsables, ni la manipulación de causas nobles con fines partidarios. El objetivo del Gobierno es claro: terminar con el modelo empobrecedor de los últimos 100 años y volver a hacer a la Argentina grande otra vez”, concluyeron, parafraseando el eslogan de Donald Trump en su campaña en Estados Unidos.
Según pudo saber PERFIL, todavía restaban culminar el trámite administrativo y las firmas para el veto. Hay apuro en el oficialismo: quieren terminarlo antes de la medianoche para que aparezca en la edición del Boletín Oficial del jueves.
“Veto total”, había expuesto Milei en X, donde está constantemente activo, para adelantar que rechazaría la ley. El proyecto aprobado con amplio apoyo en el Senado incrementa el presupuesto universitario y además incluye una recomposición salarial para los docentes y no docentes. El impacto fiscal fue calculado en 735.598 millones de pesos, lo que implica un 0,14 por ciento del PBI, según informó la Oficina de Presupuesto del Congreso (OPC).
Milei en este punto fue tajante: rechazaría cualquier medida que estuviera en contra del superávit fiscal. Fue por ello que adoptó el apodo de “degenerados fiscales” para los legisladores que, desde su punto de vista, pusieron en riesgo este objetivo.
La ley de financiamiento universitario que Javier Milei confirmó que vetará obliga al Poder Ejecutivo a actualizar las partidas presupuestarias para actualizar los salarios de docentes y no docentes, cubrir gastos de funcionamiento, proyectos especiales, programas de Ciencia y Tecnología y Extensión Universitaria.
Desde noviembre del 2023 los salarios docentes cayeron un 23,7% en términos reales, en tanto que la situación de los ingresos de investigadores y residentes es más grave y la caída oscila en torno al 40%. Por otra parte, en los primeros ocho meses del año las transferencias a universidades cayeron un 30,1% contra el mismo período del año pasado, y además, en lo que va de 2024, no hubo ejecución de partidas para gastos de capital.
Los gremios universitarios denuncian una caída drástica de sus ingresos reales de entre el 35 y el 55%, y por eso vienen de rechazar la propuesta de aumento adicional del 5,8% para octubre que hizo el Ministerio de Capital Humano. Por su parte, la cartera encabezada por Sandra Pettovello inició una fuerte campaña de desacreditación de quienes impulsaron la protesta y dijo que un docente de dedicación exclusiva gana 1.400.000 pesos, mientras que un auxiliar no docente con antigüedad llega a un salario de un millón de pesos, bastante por encima de la canasta básica.
Este miércoles docentes, no docentes y estudiantes marcharon al Congreso para pedirle al presidente que “promulgue” la ley de Financiamiento Universitario y que “reconsidere” el proyecto de Presupuesto 2025.
El acto central de la marcha se realizó pasadas las 17 en la plaza del Congreso, con réplicas en las principales ciudades de todas las provincias del país. Durante la previa de la jornada de protesta, dirigentes del arco político opositor manifestaron su respaldo al reclamo de fondos por parte de las universidades.
Una de ellas fue la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner, quien sostuvo que la educación pública generó el “ascenso social que nos permitió ser una Argentina diferente”. “Soy hija y tributaria de la universidad pública, nacional y gratuita”, destacó la referente peronista al ingresar al Instituto Patria.
También se sumó a la movilización el excandidato presidencial de Unión por la Patria (UxP) Sergio Massa, y dijo estar “convencido” de que “no hay nada más movilizador que la universidad pública”.
Por el lado de la UCR se hizo presente el senador por la provincia de Buenos Aires, Maximiliano Abad, quien celebró que una “multitud” haya salido a “defender su derecho a aprender, enseñar y progresar en una Argentina que invierta en el futuro”. “Es mucho más que una movilización sectorial, es la declaración de principios de un pueblo unido: la educación no se veta”, subrayó en declaraciones a la prensa.
Participaron también dirigentes de diferentes sectores como Elisa Carrió, Margarita Stolbizer, Martín Lousteau, Facundo Manes y Horacio Rodríguez Larreta, entre otros.
ML
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