Este liderazgo cordobés se atribuye al compromiso del Estado provincial en la lucha contra el cambio climático, enfocado en la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero. La generación distribuida, que utiliza fuentes renovables como el sol, el viento y el agua, se presenta como una opción eficaz para promover energías limpias y reducir la contaminación ambiental.
En términos prácticos, la generación distribuida permite a hogares y pymes producir su propia energía eléctrica, utilizando fuentes renovables, y en algunos casos, inyectando excedentes a la red pública de distribución. En el caso específico de Córdoba, se registraron 169 nuevos usuarios generadores en el año 2023, elevando el total de instalaciones en la provincia a 757, casi la mitad del total nacional.
Otros datos revelan la posición de Córdoba frente a otras jurisdicciones en este aspecto. Provincias como Buenos Aires, CABA, San Juan, Mendoza y La Pampa se ubican por debajo en el ranking de instalaciones. Este liderazgo se refleja también en la potencia instalada, con Córdoba contribuyendo con el 42,2% del total nacional, aportando 12.953 kW de los 30.689 kW generados por todos los usuarios del país.
Estos datos, proporcionados por la Secretaría de Energía de la Nación, confirman el rol protagónico de Córdoba en la adopción de energías renovables y su contribución significativa a la lucha contra el cambio climático. La provincia se posiciona como un ejemplo a seguir en el camino hacia un sistema energético más sostenible y respetuoso con el medio ambiente.