La emisión de estos bonos, aprobada por ley en enero por un monto de $22.500 millones, ha generado controversia tanto a nivel nacional como local. Por un lado, el ministro del Interior, Guillermo Francos, la considera ilegal, citando un pacto fiscal que prohíbe la emisión de cuasimonedas. Por otro lado, el presidente de la Nación, Javier Milei, ha dado la bienvenida a la iniciativa, promoviendo la competencia entre monedas provinciales.
Quintela asegura que los comercios aceptarán los Chachos como forma de pago al 100%, equiparándolos al peso. Sin embargo, críticos como Alfredo Cornejo, gobernador de Mendoza, cuestionan la viabilidad económica de crear una nueva moneda, argumentando que podría exacerbar la depreciación del peso argentino.
La aplicación de esta medida también ha desencadenado una disputa interna en el Gobierno Nacional, evidenciando las divisiones respecto a las políticas económicas. Mientras algunos funcionarios expresan su respaldo, otros la consideran una medida perjudicial para la estabilidad económica del país.
En resumen, el lanzamiento de los Chachos en La Rioja representa un intento por encontrar soluciones a los desafíos económicos regionales, pero sus implicaciones y controversias evidencian las tensiones en el ámbito político y económico a nivel nacional.