La campaña de maíz 2023/24 presenta tanto aspectos positivos como negativos. Las recientes lluvias han mejorado la condición del cultivo, anticipando una cosecha superior a 50 millones de toneladas. Sin embargo, el panorama internacional de precios no es alentador, ya que se espera una caída en las cotizaciones en Chicago a lo largo del año.
A pesar de las estimaciones de cosecha por debajo de lo esperado, se espera una producción de 57 millones de toneladas en Argentina, lo que representa un rendimiento sólido en comparación con ciclos anteriores. No obstante, los precios internacionales del maíz muestran indicios de una fuerte disminución, atribuida a una oferta mundial abundante y a una menor incertidumbre tras la pandemia.
Los precios promedio del maíz han experimentado una significativa caída en los últimos años, con una pérdida interanual del 36% en los contratos de mayor volumen en Chicago. Esta tendencia a la baja sitúa al maíz en niveles comparables a los del año 2020, antes del surgimiento de la pandemia, y podría alcanzar niveles similares a los de 2006 si la tendencia continúa.
La apertura de China a nuevos proveedores, junto con una menor incertidumbre geopolítica, contribuye a la presión sobre los precios internacionales del maíz. Esto, sumado a una menor dependencia del maíz estadounidense por parte de China, ha llevado a una mayor competencia en el mercado global de maíz.
En cuanto al ingreso de divisas, se prevé una disminución significativa para el gobierno en comparación con el año anterior. Aunque se espera un aumento en el volumen de exportaciones, el valor total podría aumentar solo un 20% interanual, lo que representa un crecimiento considerablemente menor que el aumento en el volumen. Esta situación podría establecer un límite a la baja de los precios a nivel local en el futuro.