El Banco Central de Argentina ha derogado la normativa que obligaba a las empresas con deuda en moneda extranjera a reestructurar al menos el 60% de sus pasivos a dos años vista desde el último trimestre de 2020. La medida buscaba limitar la demanda neta de dólares en el mercado local. Esta decisión representa una flexibilización adicional al llamado cepo cambiario.
La normativa, implementada en septiembre de 2020, requería que las empresas que emitieron deuda en moneda extranjera reestructuraran al menos el 60% de sus pasivos registrados a dos años vista para acceder al mercado cambiario oficial y realizar pagos en dólares. El Banco Central ha decidido no avalar una nueva prórroga de esta norma, eliminándola efectivamente.
Desde el Banco Central, señalaron que esta medida tiene como objetivo estimular a las empresas con proyectos de inversión a buscar financiamiento externo para su concreción. La derogación de esta normativa es parte de una serie de flexibilizaciones al cepo cambiario, buscando incentivar la inversión y el acceso al financiamiento externo.
La normativa fue implementada tras la reestructuración de la deuda externa en poder de bonistas, liderada por el ex ministro Martín Guzmán. Se presentó como un esfuerzo compartido, instando a las empresas a refinanciar sus deudas para adecuar sus vencimientos al normal funcionamiento del mercado de cambios.
A pesar de las restricciones implementadas hasta mediados de 2023, la demanda neta de dólares disminuyó en aproximadamente US$4900 millones en casi tres años. Sin embargo, el Banco Central enfrentó una pérdida constante y costosa de reservas, ya que desalentaba la oferta voluntaria de divisas y alentaba las compras, contribuyendo al atraso cambiario.
La deuda externa financiera del sector privado alcanzaba US$37.959 millones a mediados de 2023, con vencimientos de capital exigibles por US$17.331 millones hasta mediados del presente año, representando el 45% del total de deuda externa financiera registrada hasta junio de 2023.
El Banco Central de Argentina ha derogado la normativa que exigía a las empresas con deuda en moneda extranjera reestructurar al menos el 60% de sus pasivos para acceder al mercado cambiario oficial. La medida, implementada en septiembre de 2020 para limitar la demanda neta de dólares, busca estimular la financiación externa de proyectos de inversión. Esta decisión se suma a la flexibilización del cepo cambiario y forma parte de los esfuerzos para incentivar la inversión y el acceso al financiamiento externo. A pesar de las restricciones, la demanda neta de dólares disminuyó en aproximadamente US$4900 millones en tres años, pero el Banco Central enfrentó una pérdida constante de reservas. La deuda externa financiera del sector privado alcanzó US$37.959 millones, con vencimientos de capital de US$17.331 millones hasta mediados de 2023, representando el 45% del total de deuda externa financiera registrada hasta junio de 2023.