El papa Francisco, en un mensaje dirigido a los jueces, hizo hincapié en la importancia crucial del Estado en la redistribución de ingresos y la promoción de la justicia social. En un discurso enviado a la inauguración de la sede porteña del Comité Panamericano de Juezas y Jueces por los Derechos Sociales y la Doctrina Franciscana, destacó que los derechos sociales requieren decisiones políticas adecuadas y equitativas. Advertió sobre la deshumanización provocada por el enfoque exclusivo en el mercado y la ganancia, subrayando que el Estado debe jugar un papel central en contrarrestar este fenómeno.
Francisco cuestionó la legitimidad del poder si no se traduce en la construcción de sociedades justas y dignas. Afirmó que el poder judicial es crucial para remediar las violaciones de derechos y mantener el equilibrio institucional y social. Instó a los jueces a reflexionar sobre su responsabilidad frente al sufrimiento de los demás y a trabajar por la paz y la justicia.
En contraposición, Manuel Adorni, portavoz presidencial, expresó su desacuerdo con algunas afirmaciones del papa, especialmente en relación con el rol del Estado en la redistribución del ingreso. Adorni defendió la postura del gobierno, argumentando que la implementación de políticas de redistribución compulsiva ha resultado en un aumento significativo de la pobreza en Argentina y en otras partes del mundo.
El intercambio entre Francisco y Adorni refleja la tensión existente en torno a las políticas económicas y sociales en Argentina, donde diferentes actores interpretan de manera divergente el papel del Estado en la búsqueda de la equidad y la justicia. Mientras el papa aboga por un Estado más activo en la redistribución de la riqueza, el gobierno defiende un enfoque más limitado basado en la libertad económica.