Durante la gestión de Macri, se implementó el programa “Argentina Exporta” con metas ambiciosas para 2030, aunque actualmente el país se encuentra lejos de alcanzarlas. La falta de políticas públicas adecuadas ha contribuido al bajo desempeño exportador, en contraste con el éxito de países como Corea del Sur, Israel o España, que han logrado aumentar sus exportaciones a lo largo del tiempo.
Es crucial mejorar la competitividad de las exportaciones argentinas, tanto en términos de costos como de calidad de productos y procesos. A pesar de la diversificación de destinos de exportación, con China emergiendo como un importante socio comercial, se requiere una mayor inserción externa, especialmente en sectores como la agroindustria y la energía.
El futuro de las exportaciones argentinas podría estar en la incorporación de mayor valor agregado a las cadenas de materias primas, así como en la explotación de nuevos sectores como la minería del litio y el cobre. Sin embargo, se necesitan mejoras en el acceso al crédito y un tipo de cambio real estable y competitivo para impulsar el crecimiento exportador.
En resumen, el aumento de las exportaciones es fundamental para el crecimiento económico y la estabilidad de Argentina. Para lograrlo, se requiere una mayor coordinación entre el sector público y privado, así como políticas que impulsen la competitividad y la inserción externa del país en la economía global.