Además, se rumorea un posible recorte en la tasa de referencia del Banco Central para apuntalar el crédito privado o continuar la licuación de pesos. Sin embargo, desde el equipo económico niegan esta posibilidad. La estrategia gubernamental incluye ajuste fiscal, acumulación de reservas y recesión para estabilizar la economía.
A pesar de estas medidas, las últimas mediciones de inflación han encendido las alarmas, especialmente por el fuerte aumento en los alimentos. Los fabricantes de alimentos fueron advertidos por Caputo sobre el aumento excesivo de precios. Esta situación pone presión sobre el tipo de cambio, aunque el gobierno prefiere evitar una devaluación brusca para mantener la estabilidad de precios.
En resumen, el gobierno argentino busca controlar la inflación mediante el mantenimiento del dólar y tasas negativas. Se espera que estas medidas mitiguen el impacto de la inflación, aunque la situación sigue siendo preocupante debido al aumento en los precios de alimentos y otros bienes y servicios.