En respuesta a esta situación, Milei tomó dos medidas: emitió un decreto para revertir el aumento salarial y despidió al Secretario de Trabajo. La controversia también provocó un intercambio en redes sociales entre Milei y Cristina Kirchner, en el que la expresidenta criticó al presidente por aumentarse el sueldo y culpar a un decreto que ella firmó hace 14 años. Milei respondió destacando la incoherencia de Kirchner y su falta de responsabilidad por sus acciones.
Este despido se suma a otros cambios en el gobierno, incluyendo la salida de otros funcionarios de alto rango en los primeros tres meses de gestión de Milei. Yasín, un abogado laboralista del PRO, había sido seleccionado por su experiencia en el sindicalismo y su reconocida trayectoria profesional. Sin embargo, este último evento lo llevó a ser el cuarto funcionario relevante en dejar el gabinete.
Estas decisiones reflejan la determinación del presidente Milei de mantener el control sobre los salarios del gobierno y responder con firmeza a situaciones que considera inapropiadas. La controversia también resalta las tensiones políticas dentro del gobierno y las críticas de la oposición, que buscan aprovechar estas situaciones para cuestionar la gestión del presidente. En medio de estos cambios y tensiones, el gobierno de Milei enfrenta el desafío de mantener la estabilidad y la eficacia en su administración.