La ciudad de Rosario ha experimentado una significativa disminución en la actividad debido a los paros de colectivos, taxis y docentes. Este ambiente de semiparalización ha generado un clima de temor y preocupación entre los residentes, evidenciado por la escasa presencia de personas en las calles y el cierre de numerosos establecimientos, especialmente en las zonas gastronómicas.
Las medidas de fuerza, como el paro de colectivos que se extenderá hasta después del sepelio de una de las víctimas, han impactado en la vida cotidiana de la ciudad. Además, la falta de recolección de residuos y la suspensión de clases en muchas escuelas, tanto públicas como privadas, han contribuido a la sensación de inseguridad en la población.
Hasta el momento, las autoridades desconocen si los detenidos tienen algún vínculo directo con los crímenes investigados, y aún no se ha identificado a ningún sospechoso por el último homicidio ocurrido en la ciudad. La Policía de Investigaciones ha llevado a cabo una serie de allanamientos en busca de más evidencia relacionada con los casos.
El Ministerio Público de la Acusación ha ofrecido una recompensa por información que ayude a identificar al responsable del asesinato del empleado de la estación de servicio. Se ha difundido un video del momento del crimen en un intento por obtener pistas que conduzcan al culpable.