El expresidente de EE.UU., Bill Clinton, y su esposa Hillary eluden la atención mediática refugiándose en la impresionante mansión de Julio Iglesias en Punta Cana. Esta decisión surge tras la conexión de Clinton con Jeffrey Epstein, acusado de tráfico de menores. La pareja presidencial busca evitar la prensa en la extensa residencia que incluye siete habitaciones, ocho baños, una piscina y un estudio de grabación.
Bill Clinton y su esposa, Hillary, se resguardan en la opulenta propiedad de Julio Iglesias en Punta Cana, ante la creciente vinculación del expresidente con Jeffrey Epstein y sus controvertidos documentos. Hasta 50 documentos mencionan a Clinton en relación con el magnate acusado de tráfico de menores en círculos élite. La estrategia de buscar refugio en la mansión de Iglesias, con sus vastas 450 hectáreas, siete habitaciones, ocho baños, piscina y estudio de grabación, apunta a eludir la presión mediática y salvaguardar la privacidad.