La propuesta surge como una respuesta a la falta de consenso en torno al Decreto de Necesidad y Urgencia que busca implementar estas medidas. Para evitar posibles rechazos, el PRO ha decidido presentar una versión separada de la propuesta original, manteniendo su objetivo intacto. Este movimiento político pretende impulsar una reforma en la estructura organizativa de los clubes de fútbol, permitiéndoles optar por adoptar un modelo de gestión más transparente y moderno.
El respaldo a esta iniciativa se ha manifestado a través del apoyo de diversos representantes políticos dentro del bloque, incluyendo a figuras como Alejandro Finochiaro, Ana Clara Romero, y Karina Bachey, entre otros. La presentación de este proyecto de ley se enmarca en una estrategia más amplia del PRO para convertir en ley diversos capítulos del DNU 70/2023, buscando promover la inversión privada y la transparencia en diferentes sectores, incluyendo el deporte.
Los defensores de la propuesta argumentan que la implementación de las SAD representa una oportunidad para modernizar la industria del deporte en Argentina. Se espera que esta medida no solo beneficie a los clubes y sus socios, sino que también tenga un impacto positivo en la economía en general. A pesar de las resistencias y críticas, el debate en torno a las Sociedades Anónimas Deportivas continúa, con el PRO liderando el impulso por su adopción en el ámbito legislativo.