Además de estas acusaciones, Moyano se refirió a la situación del Partido Justicialista (PJ), admitiendo la necesidad de autocrítica y mencionando la reunión reciente en Ferro. Expresó su opinión sobre la falta de unidad en el partido y criticó a quienes sostienen que el peronismo no está presente en las calles. Destacó la participación activa del peronismo en la sociedad, evidenciada por el millón y medio de trabajadores movilizados hace un mes.
En cuanto a futuras acciones, Moyano anticipó una reunión de la Confederación General del Trabajo (CGT) para definir posibles medidas, incluyendo la posibilidad de un nuevo paro general contra el gobierno. En resumen, sus declaraciones sugieren una postura combativa contra ciertos sectores políticos y una disposición a movilizar a la base sindical en acciones de protesta si se considera necesario.
Por otro lado, las declaraciones de Moyano generan un ambiente de tensión política, especialmente en relación con las políticas económicas y laborales del gobierno. La oposición sindical, liderada por Moyano, muestra su disposición a confrontar y resistir las medidas que consideran perjudiciales para los trabajadores y la sociedad en general. Esta situación podría intensificar el clima de conflictividad política en el país.