Una de las preocupaciones encontradas fue la falta de control en sitios que albergan obras de arte valiosas, sin medidas contra incendios. El Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto posee una amplia colección de arte en el exterior, sin embargo, se descubrió que el Palacio San Martín, sede ceremonial de la Cancillería, carecía de un sistema anti incendios operativo, poniendo en peligro estas valiosas obras.
Además, se reveló que la Cancillería enfrenta problemas con la titularidad de 61 inmuebles asignados por la AABE, incluyendo la Catedral de La Plata y propiedades en Buenos Aires, sin documentación adecuada. Esta falta de regularización fue señalada como una de las deficiencias durante la auditoría.
La falta de control también se observó en el Fondo de Asistencia Directa a Víctimas de Trata, dependiente del Ministerio de Justicia, con ausencia de informes y ejecución inadecuada. Resulta alarmante que los gastos administrativos superen ampliamente los beneficios otorgados a las víctimas, evidenciando una gestión ineficiente.
Por otro lado, llama la atención el caso del Instituto Nacional de Promoción Turística, donde los empleados reciben sueldos más altos que el promedio, destacando la necesidad de una revisión en profundidad de las políticas salariales en este ente público.
Estas revelaciones refuerzan la importancia de una gestión transparente y eficiente en todas las áreas del Estado, garantizando el uso adecuado de los recursos públicos y el cumplimiento de las responsabilidades gubernamentales.
